La audiencia sobre el proceso de extradición a Estados Unidos del capo Joaquín «El Chapo» Guzmán concluyó este lunes sin una resolución, dijo a la prensa su abogado, quien acudirá a diario al juzgado hasta que el juez emita su veredicto sobre el caso del poderoso narcotraficante.
«Hay que esperar. No hay resolución. Solo quise estar presente en la audiencia, nada más», comentó al salir del juzgado en Ciudad de México el abogado Andrés Granados.
La cancillería mexicana avaló la extradición en mayo pero la defensa interpuso dos recursos de amparo en junio para bloquear la entrega del jefe del cártel de Sinaloa a Estados Unidos, donde es requerido por tribunales de Texas y California por cargos que incluyen homicidio y narcotráfico.
El capo obtuvo amparo provisional para evitar esa extradición y este lunes el juez abordó el caso, según Granados.
«Vamos a estar viniendo diario a revisar» si el juez decide otorgar o negar los amparos de forma definitiva, adelantó el litigante.
Sobre el eventual resultado del análisis del juez, Granados dijo que la secretaría de «Relaciones Exteriores va a interponer una revisión en caso de que nos favorezca» la resolución, «si no nos favorece nosotros vamos a solicitar la revisión» por parte de un tribunal colegiado. Este proceso podría tomar semanas.
Y si ese último recurso no procede, la defensa ha dicho reiteradamente que tiene órdenes del poderoso capo de solicitar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación considerar el caso.
Una fuente gubernamental estadounidense dijo a la AFP bajo anonimato que el juez podría emitir su resolución en unos 15 días, y que al final del proceso jurídico, podría ser extraditado antes de fin de año.
«Tranquilo», pero «deteriorado»
Tras ser detenido en 2014, Guzmán fue recluido en la cárcel de máxima seguridad del Altiplano (Estado de México, centro), pero al año siguiente se escapó (por segunda ocasión) a través de un kilométrico túnel, algo que representó un duro golpe para el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Después de su recaptura en enero pasado en su estado natal Sinaloa (noroeste), fue recluido nuevamente en el Altiplano. Peña Nieto, que se había negado a extraditar a Guzmán antes de su fuga, ordenó la fiscalía de acelerar el proceso de extradición después de su recaptura.
Por «protocolo se seguridad» el capo fue trasladado en mayo del Altiplano a una cárcel de Ciudad Juárez, Chihuahua (fronterizo con Estados Unidos) donde el capo «está tranquilo, muy tranquilo» en cuanto al juicio sobre el proceso de extradición, dijo a la AFP el domingo Refugio Rodríguez, otro de los abogados del capo tras reunirse con él en aquella localidad.
En contraste, su estado de salud «se ha deteriorado mucho», comentó Rodríguez. El poderoso líder del cartel de Sinaloa «está muy mal, está aislado. Ha perdido mucho cabello por tanto medicamento. Vive en constante estrés físico», comentó el abogado.
Los abogados alegan que el tratamiento de su cliente es una forma de tortura.
Granados comentó que otro juzgado «dio cuenta del aislamiento que existe con el señor Guzmán Loera, que se encuentra mal, psicológicamente está mal, vive en un celda de 4 metros aproximadamente, que tiene una pequeña ventana de 10 cm, que lo tienen aislado».
El litigante denunció también que las autoridades carcelarias violan el derecho a la privacidad entre los abogados y los clientes.
Tres personas con cascos con cámaras incorporadas ingresan en el cuarto de reuniones entre «El Chapo» y su defensa. «Están escribiendo todo, grabando todo», aseguró Granados.
«El Chapo» inició un proceso para que lo regresen a la cárcel del Altiplano que está en curso. «Es más fácil para su esposa, sus hijas, sus hermanas que se encuentre allá», prosiguió Granados.
Andrés Granados insistió en que «está mal, está deprimido, le duele el cerebro y parte de la columna».