Los servicios de bioanálisis en todo el territorio nacional no escapan de la situación de escasez pronunciada que se evidencia en el país.
La presidenta del Colegio de Bioanalistas del estado Lara, Elena Torres, detalló que los reactivos de laboratorios, en su gran mayoría, son importados y las empresas que los suministran no tienen las divisas para traerlos.
La situación del laboratorio del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda se agudizó en el mes de marzo cuando se acabaron los reactivos para diagnóstico hematológico en sangre, siendos estos exámenes de gran importancia para pacientes de urgencias y hospitalización.
En el área de química sanguínea, solamente cuentan con los reactivos para realizar estudios de: glicemia, urea, creatinina, colesterol y triglicéridos.
“Dependemos del Ministerio del Poder Popular para la Salud, que no ha realizado una adecuada inversión para que los centros de salud en todo el país puedan adquirir aquellos insumos”, expresó Torres.
En el laboratorio del Hospital Pediátrico, los equipos están paralizados y no hay dotaciones para procesar las muestras. Lo mismo sucede en el Seguro Social.
El Comité de Bioanalistas en reiteradas ocasiones ha creado comisiones y enviado comunicados al Ministerio de Salud, pero en dicho organismo han hecho caso omiso a todas esas advertencias.
“La situación es grave y preocupante. Quienes pagan principalmente todas estas consecuencias son las familias más pobres. La crisis nos está arropando, desde el 2012 se le venía exhortando al Gobierno, todo inició con la escasez de los tubos para hacer las pruebas. Esto se ha agudizado y no le vemos una salida”, aseveró Torres.
La situación afecta a todas aquellas personas convalecientes que requieren un control para ser tratadas. El caso más delicado es el paciente de emergencia, quien necesita de un resultado en cuestión de horas para la obtención de su diagnóstico y posteriormente le apliquen su respectivo tratamiento.
Quienes se tratan en la Unidad de Diálisis, para ser atendidos deben realizarse unos cinco exámenes, cuyos reactivos no se encuentran disponibles en el laboratorio del hospital.
En su mayoría son personas de bajos recursos. A pesar de eso, los pacientes deben costear sus exámenes médicos, así lo explicó la licenciada en enfermería, Migdalia Vargas.
Marguelis Álvarez relata que para continuar con el proceso de atención de su progenitora debieron realizar en diversas ocasiones el examen de hematología y hepatitis B en una clínica privada.
“Gastamos hasta 12.000 bolívares mensuales. Nosotros somos personas de campo, con bajos recursos, hemos podido hacerle frente a estos gastos gracias a la ayuda de los miembros de la comunidad y de las iglesias. Es una gran ayuda para nosotros realizar de manera gratuita el tratamiento de diálisis, pero no sabemos si en un futuro podamos seguir costeando el pago de los exámenes médicos, ya llevamos cuatro meses de tratamiento y aun no sabemos cuánto tiempo seguiremos acá porque solamente un riñón le funciona a mi madre”, refirió.
