Ofrecimientos y propuestas al sector papero de Venezuela parecen no atender requerimientos del gremio y, por tanto, desestimar la demanda nacional.
Desde inicios de año, se esperó el arribe de dos buques de semilla de papa al país, de los cuales sólo uno llegó, sin atender siquiera el 40% de las estimaciones de los productores.
Luego el Gobierno Nacional, planteó dotar a los productores de papa con semillas de maíz y caraota, pero este ofrecimiento tampoco llegó a término.
Quince días atrás y como parte del Plan de Semilla Nacional, representantes del Ministerio de Agricultura y Tierras, realizaron una compra de las mejores papa de productores de Lara, para uso como semilla criolla para multiplicación. El compromiso comprendió pago puntual y entrega a tiempo de insumos para la siembra.
Aunque la medida podría ser planteada como una alternativa ante la dependencia nacional de la semilla importada, representantes del sector sostienen que se trata de una semilla que genéticamente ha perdido rendimiento.
Enmanuel Escalona, presidente de Fundación para la promoción de los Andes (Fundaproandes) y director nacional de hortalizas de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), manifestó que se trata de una semilla desgastada que no ha sido renovada y que representa pérdidas para los productores, que realizan altas inversiones por una baja producción. Además el tratamiento de multiplicación requiere de cuidados especiales para el cual no se ha brindado capacitación.
Subrayó que como productores apoyan el plan de semillas nacionales, no obstante, no puede ser un trabajo improvisado, sino en colectivo y de varios años.
Según comentario de José Suarez de la Asociación de Paperos de Lara (Asopapa), la semilla que les fue comprada es llevada a productores de Chirgua, estado Carabobo, lo que a su vez genera una merma en la actual oferta del rubro en el mercado.
Escalona se atreve a señalar que según el ciclo exacto del rubro, de 120 días, el plan podría no atender alta demanda del mes de diciembre.
Número de la semilla criolla
Suárez, productor larense, explicó que la semilla criolla de papa logra abastecer con fallas el 50% del mercado y que su rendimiento es menor.
Mientras que la semilla certificada internacional rinde entre 10 y 14 sacos por cada saco se semilla sembrado, la relación de la criolla es de ocho sacos por cada uno sembrado, en el mejor de los casos.
Citó que en la reunión con autoridades del ministerio, Agropatria y otros, se refirieron a la distribución de 6.000 sacos de papa para uso como semilla.
Costos que no se pueden asumir
Aldemaro Ortega, director de la Federación Nacional de Productores de Papa y Hortalizas de Venezuela (Fenaphort), indicó que el gobierno les planteó planes de cultivo, cuyos costos de producción son elevados, al punto de que diversos productores han decidido cambiarse a rubros más económicos como la caraota.
Citó que el saco de abono que solían comprar en Bs. 390, ahora se vende en las estatales en Bs. 2.260 y que la mano de obra para 15 días de trabajo ha incrementado su costo 200%.
También existe, en limitada oferta, semilla de una variedad de papa que solía venderse en Bs. 1.700 y que ahora se ofrece en Bs. 30 mil.
Subrayan que dichos costos de producción representan múltiples riesgos para el sector.
Sin semillas ni logros
Escalona detalló que según la Asociación Venezolana de Semillas el inventario nacional registra niveles por debajo del 0,5%, por lo que se requeriría de dos años, como mínimo, de gestión abocada a la semilla. Subrayó que el ministro no ha atendido tampoco el tema hortícola y que sigue beneficiando a productores extranjeros a través de la importación de rubros de cosecha nacional.
Venezuela no cumplió las expectativas de papa para el primer ciclo del año, que se estimaban en 60 mil toneladas, sumado a que el 80% de las tierras dedicadas al sector hortalicero se encuentran en desuso por falta de condiciones apropiadas.