“Cuando yo repico el cuatro, lo repico con orgullo para que todo el mundo sepa que soy hija de El Tocuyo”
De profundos ojos color verde como las colinas que bordean su ciudad natal, cabello rubio como los delicados rayos de sol que destellan en los atardeceres larenses y una espigada figura que se impone al andar, Mariam Habach Santucci se coronó, hace casi un año, como Miss Venezuela y es que, ¿a quién no le va a gustar que esta hermosa muchacha haya ganado? Si es la miss más hermosa que El Tocuyo nos ha regalado…
Hace 20 años, en la avenida Fraternidad, nació una hermosa niña de padres extranjeros, allí creció y se desarrolló como muchos guaros que viven en la entidad, desde preescolar hasta tercer año estudió en el colegio “Unidad Educativa Nuestra Señora de la Concordia”, mientras que cuarto y quinto año de bachillerato los realizó en el “Liceo Bolivariano Eduardo Blanco”, a los 18 años tomó rumbo hacia el estado Carabobo, donde específicamente en Valencia comenzó a estudiar odontología, sin embargo, llevaba dentro de sus maletas un sueño guardado e impaciente por hacerse realidad,“yo quería ser reina, quería tener una corona en mi cabeza y desde chiquita insistí mucho en eso hasta que llegué a los 19 años y me puse rebelde (risas).”
Aunque a diferencia de otras niñas Mariam no creció inmersa en la cultura de la belleza venezolana y a sus padres, la idea de salir en traje de baño frente a todo un país, era algo que no les simpatizaba, sin embargo, el sueño latente de ser una reina seguía manteniendose a través de los años.
Hoy por hoy, esta joven “perfeccionista, dedicada y muy comprometida” hace vida en el castillo de la belleza, también conocido como “La Quinta Rosada” y ostenta la corona de rubíes, esmeraldas, lapislázulis y ónix más codiciada del país…
¿Alguna vez te sentiste favorita para ganar el certamen?
¡Realmente no! (risas), porque fui muy criticada, siempre hubo un favoritismo entre Amazonas, Trujillo y Anzoátegui y nadie nombraba a Lara, entonces yo decía dentro de mi: “¡no importa yo voy a ganar, soy la mejor y por eso estoy aquí, porque vine a ganar!” Creí en mi, tuve confianza y eso me dio mucha tranquilidad.
¿Fue fácil el camino al Srta. Centroccidental y luego al Miss Venezuela?
No, para nada fácil, porque aunque siempre fue mi sueño, a medida que vas entrando en lo que pensabas era como un cuento de hadas, te das cuenta que tienes que trabajar para ello, entonces fueron dos años llenos de mucha dedicación, mucha disciplina, nervios e inmadurez. Yo vengo del tocuyo totalmente inmadura a un mundo que es algo fuerte y tienes que tomar una actitud de mujer adulta, como si tuvieras 35 años o más, pero no los tienes y debes afrontar las cosas con mucha tranquilidad y madurez, sobre todo eso, ¡madurez!
¿Qué ha sido lo que más te ha costado aceptar de ser Miss Venezuela?
Las criticas, sin embargo, siempre las tomo con mi mano derecha. Las positivas me dan aliento para estar más feliz, mientras que las negativas las veo como opiniones, no digo que no me importan, porque las personas son quienes ven cosas que yo no veo, por ejemplo: mi comportamiento, entonces esas cosas negativas las convierto en consejos que me ayudan a alcanzar mis metas.
De estos comentarios negativos, ¿cuál ha sido el que más te ha afectado?
Si te soy sincera, lo que más me hiere es que las personas me discriminen por tener crianza, herencia o raza árabe… pienso que las personas todavía no han entendido que yo nací en Venezuela y ¡soy venezolana!, mis padres son extranjeros pero yo nací en esta tierra. Entonces, al principio me dolía porque yo decía: “¡Cónchale! ¿No me van a aceptar como Miss Venezuela solo porque mi papá es árabe?”, pero a medida qua vas dando el 100% y las personas van viendo tu evolución, te van aceptando…
En este sentido, ¿qué dijeron tus padres cuando decidiste participar en el certamen?
Al principio no lo aceptaban porque no querían que su hija anduviera en traje de baño frente a las cámaras y que además, la viera todo el mundo pero al pasar los años y ver mi madurez, papá me dijo “yo te crié muy bien, yo sé la niña que hice y los valores que te inculqué, ve y gana sin perderlos”, hoy yo estoy aquí manteniendo todo lo que mi padre me dijo. Siempre me apoyaron porque decían que ellos no son quien para cortarme las alas y eso es algo que me marca, porque yo no haría algo si mi papá no me lo dejara.
¿Qué no hace una Miss Venezuela?
En realidad la Miss Venezuela no está limitada a hacer algo, yo tengo la tranquilidad de que si a mi me gusta hacer una cosa puedo hacerlo, hasta ahorita yo no tengo ningún impedimento o alguien que me diga “no puedes”, ¡para nada!
¿Cuál es la miss con la que te identificas?
Irene Esser, siempre la vi como una muchacha alegre y muy atractiva en cámara, además de tener un buen cuerpo.
¿Por qué la odontología y los certámenes y no dedicarte al canto?
La odontología porque me gusta darle la sonrisa a una persona, es algo espectacular que siento y además, era la única carrera que me gustaba; el miss porque toda la vida fue un sueño y el canto es porque no se me ha dado, hasta ahora (risas), si tuviera la oportunidad después del miss de entrar al mundo de la música lo haría pero hasta ahorita no se me han abierto las puertas.
He visto que bailas muy bien, ¿Que sientes al bailar Tamunangue?
Siento una energía tan grande que mis pies bailan solos, ¡sin que yo los mueva! También me encanta bailar todo tipo de música, lo hago para drenar mi energía, para sentirme bien y contenta, por eso bailo ¡porque me gusta!
¿Tienes algún plan luego de terminar el Miss Universo?
Al pasar este año como Miss Venezuela me ha entrado una pasión extraña por la animación y creo que por ahora me gusta la idea de ser animadora, me siento muy segura haciéndolo y cuando siento seguridad en mi misma es cuando lo hago bien.
Divina Pastora y San Antonio de Padua, ¿Que significan para ti?
Son mi fortaleza, son los que me dan energía, con los que más puedo hablar sin sentir miedo o pena, a los que les puedo decir lo que siento: si me siento mal, si me siento feliz, si quiero reír o llorar, ellos son los que me escuchan y me fortalecen.
Háblanos de tu traje típico, ¿estará ligado al folklore venezolano o será más bien una fantasía?
¡Ni idea nada!…nada del miss universo, ni traje de gala, ni traje típico, ni look de la noche final, no sé si iré con el pelo negro o rubio, nada de eso está dicho hasta que yo no entregue la corona y comience de lleno mi preparación para ese certamen.
¿Crees que el secreto radica en desear las cosas desde el corazón?
¡Totalmente! si tu lo deseas desde el alma, desde las entrañas y trabajas por ello se te va a cumplir, pero de nada vale que lo sueñes y no trabajes para lograrlo…
¡6 Preguntas Guaras!
¿Sigues diciendo el Na´guara?
¡Total! (risas), créeme que me lo han tratado de quitar aquí y no van a poder (risas) o sea, viene de mis raíces, el ¡Sie’ carajo y el Na’guara!, no puedo dejarlo. Porque son palabras típicas de un larense, así como los maracuchos, por ejemplo, tienen lo suyo nosotros también tenemos lo nuestro.
Sabemos que eres del tocuyo pero de igual forma en Barquisimeto te sentimos como parte de nosotros, ¿cómo sientes tu a Barquisimeto?
Es una ciudad, que a pesar de no ser de allá, cada vez que voy me recibe de forma única, el calor que la gente me da es algo que no puedo sentir en cualquier otra parte del país. Aunque ahora viajo muy poco, debo decir que amo Barquisimeto, y cada vez que voy debo visitar a un lugar que luego me recuerde a los barquisimetanos.
¿Qué le mostrarías al universo de Barquisimeto?
Todo lo bonito que tiene, todos sus monumentos, el Obelisco, los Crepúsculos, la Flor de Venezuela, La Divina Pastora, o sea, tenemos tantas cosas bonitas que no habría nada malo que mostrar porque no lo tiene.
Si te digo caraota, queso, arepa y suero, ¿qué significan para ti?
Es algo que me como con todo el corazón del mundo (risas), créeme y anótalo, cada vez que voy al Tocuyo, que ya tengo dos meses sin ir, mi mamá ya no me pregunta qué quiero de comer, porque lo primero que como es eso.
Y ¿qué me dices de la acemita?
Nunca falta, porque hasta para la quinta la he traído (risas), aquí cada vez que llego me dicen “¿y cuando nos traes acemita?” así que cada vez que voy para allá les traigo Acemita Tocuyana a la gente de la quinta. Además, es riquísimo comerla con café caliente en la mañana.
¿Qué le regalarías al estado Lara?
¡Le regalaría la octava corona del Miss Universo!
Información: @ MariamHabach