Es un inmenso placer, privilegio y honor representar al equipo de trabajo que hace posibles las páginas deportivas de EL IMPULSO en una inédita presencia en Europa para cumplir con la cobertura de la Copa Intercontinental FIBA 2016, en la que los Guaros de Lara, como campeones de América, medirán fuerzas contra el Fraport Skyliners anfitrión.
No sospechaba para nada, hace más de una década, cuando entraba apenas como estudiante del séptimo semestre en la Universidad Fermín Toro (UFT) y en calidad de aprendiz, que podría escribir para este rotativo centenario desde lugares como Argentina (2011), Aruba (2012) o Alemania en esta ocasión, en la pretensión de satisfacer la expectativa de los lectores, llevarlos tan cerca del tabloncillo como se pueda en estas líneas y responder a la confianza depositada por Frank Depablos Useche y Carlos José Méndez.
Gustosos aceptamos esta invitación de parte de la organización Guaros de Lara, comunicada de forma personal por su presidente, Jorge Hernández. El baloncesto de clubes de Venezuela podría hacerse con un trofeo por el que nunca había tenido la oportunidad de clasificarse para jugar y eso pasa por vencer a los Skyliners, que deben su nombre al conjunto de más de 30 rascacielos que ocupan el sector financiero y más moderno de la ciudad, casi todos juntos, a orillas del río Meno, en contraste con su reconstruido casco histórico.
Será clave para Guaros el demostrar desde el propio primer cuarto que ha entendido la exigencia en lo táctico por parte de su nuevo coach, el español Iván Déniz. Los crepusculares no tuvieron juegos de fogueo a diferencia de un Fraport que sí pudo hacer hasta cinco, aunque hay que decirlo, también está en fase de pretemporada y 9 de sus 12 jugadores no estuvieron en la final continental contra el Varese.
La ventaja para los representantes de América es que su bloque criollo se conoce muy bien, cuatro de ellos incluso con participación en los recientes Juegos de Río. Hay mucha juventud, aunque también estatura, en la segunda unidad de los locales y su importación es tan nueva como la de Guaros, ya que cuatro de sus cinco jugadores se estrenan con el uniforme azul, misma cuota que la de los larenses.
Mucho se ha hablado en las redes sociales acerca del hecho de que los crepusculares hayan optado por llevarse a José Ascanio y Yohanner Sifontes y dejar en Venezuela a integrantes de la segunda unidad del equipo de Liga Profesional (LPB) como Rafael Guevara, José Martínez o Kenji Urdaneta, ocupados con el equipo que disputa la Liga Nacional (LNB) y que iguala 1-1 la serie final contra Broncos de Caracas.
La gerencia fue enfática al señalar que no quería acabar con la química del grupo de LNB, que perseguía un cupo a la Liga Sudamericana de 2017 –misión ya lograda- y no sólo el tricampeonato. Es cierto que para jugadores como Guevara, Martínez y Urdaneta este torneo, más que un premio, era algo ganado con su esfuerzo y por su trayectoria deberían estar.
Antes de que muchos peguen el grito al cielo por la presencia de tanta juventud en los puestos 11 y 12, hay que considerar que el rival, por ejemplo, empleó en su último amistoso de este jueves 15 a siete jugadores menores de 23 años, incluido uno de sus importados y un menor de edad (16). Si Guaros ganaba anoche y se ponía 2-1 arriba en la final de la LNB, hoy podría ganar dos títulos en una misma fecha. Vaya una hazaña poco habitual, por no decir inédita, en el deporte rentado de conjuntos.
¿Jugador clave? Podría hablarse de las virtudes de Branko Cvetkovic o Damion James para anotar, los tiros a sangre fría de Zach Graham, la gallardía de Néstor Colmenares, Gregory Echenique (con experiencia en la Bundesliga), Windi Graterol o Luis Bethelmy. Sin embargo, es Heissler Guillent, único base natural y experimentado de la estructura, el que se lleva esta vez la atención de todos los flashes. De sus manos y visión depende la victoria y no tiene escuderos de su talante. El “Niño de Oro”, ese que se perdió la final de la Liga de las Américas, busca su desquite en Frankfurt. Pase lo que pase, “Danke Schon” Guaros, por acudir a una cita con la grandeza.
