Con una caravana, con motorizados y en un vehículo descapotado, como en tiempos de campaña electoral, o de carnaval, y a pesar de una sorpresiva lluvia, el gobernador Henri Falcón inauguró este jueves la segunda etapa de la avenida intercomunal El Cují-Tamaca.
Se trata de un tramo de 1.500 metros que fue ampliado con tres canales en cada sentido, además de ornato, señalización, demarcación e iluminación, ejecutado por la gobernación a través de Invilara con una inversión de 450 millones de bolívares.
En los alrededores de la Escuela de Policía, gran cantidad de motorizados, así como mujeres y hombres identificados con franelas y banderas de Avanzada Progresista, esperó al líder de ese partido político para el inicio de la caravana.
Allí subió a un jeep descapotado y en compañía de los diputados Alfonso Marquina, Enrique Márquez, María Teresa Pérez, Guillermo Palacios y Teodoro Campos, así como Erick Valles, y bajo la lluvia, comenzó el recorrido hacia el sector de Sabana Grande donde fue instalada una pequeña tribuna.
En la salida hacia Carorita estaba otro grupo esperándolo, del que recibió nutridos aplausos que respondía alzando sus manos.
En Sabana Grande, sitio de concentración, Marquina y Márquez dirigieron algunas palabras con críticas al gobierno del presidente Maduro por la crisis en que tiene sumido al país, además de los gastos millonarios de dólares que está haciendo en lo que llamaron, “cumbre de los no aliñados”.
Igualmente hubo ausiones al CNE y al Gobierno Nacional por estarse “burlando con los problemas, las necesidades y el hambre del pueblo”.
El gobernador, por su parte, se refirió a las dificultades para que le aprobaran los recursos para la obra, que comparó con La Ribereña, y anunció la construcción próxima de la tercera y cuarta etapa, esta última hasta después del semáforo de Tamaca Centro.
“Nada nos va a detener, nada va a detener a Lara en el cambio de política tan necesario que está reclamando Venezuela”.
Igualmente se mostró optimista respecto al futuro del país, con una frase en la que dejó en el aire sus aspiraciones presidenciales: “Tengo confianza en Dios y la Divina Pastora en que vamos a tener pronto un gobierno progresista, más temprano que tarde”.
Insistió en que “no hay nada que detenga la transformación del país y desde aquí decretamos, con Dios y la Divina Pastora, que el cambio para Venezuela va a llegar mas temprano que tarde”, recibiendo la ovación de la multitud que seguía en el lugar a pesar de la lluvia.