El Real Madrid, vigente campeón de la Liga de Campeones, sufrió para remontar y ganar 2-1 este miércoles al Sporting de Portugal en su primer partido de la competición continental en el estadio Santiago Bernabéu.
El centrocampista brasileño del Sporting Bruno Cesar abrió el marcador con un tiro cruzado en el inicio de la segunda parte (47), antes de que Cristiano Ronaldo hiciera la igualada de libre directo (88) y Álvaro Morata rubricara la victoria con un cabezazo en el 90+4.
El Real Madrid se encontró con un equipo portugués muy bien plantado en el terreno de juego, que apenas dejó espacios a los blancos, que fueron demasiado lentos y solo dieron un punto de velocidad a su juego en los últimos 20 minutos.
El Sporting comenzó los primeros minutos tratando de presionar, pero pronto se agazapó atrás esperando su oportunidad para salir al ataque.
Muro portugués
El técnico blanco Zinedine Zidane juntó por primera vez de inicio desde la final de la pasada Liga de Campeones a su trío ofensivo formado por Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema, pero la temida BBC no consiguió encontrar ningún hueco en el muro portugués.
Los blancos tuvieron que esperar casi hasta la media hora del encuentro para que Cristiano Ronaldo, ante la imposibilidad de entrar con el balón controlado, soltara un latigazo desde lejos que detuvo Rui Patricio (27).
Fue una de las opciones más claras de los blancos ante un conjunto portugués, donde se lució Gelson Martins, que metía el miedo en el cuerpo al Bernabéu cada vez que arrancaba por la banda derecha.
En el minuto 9, el delantero portugués soltó un tiro cruzado que detuvo Kiko Casilla y en el 34 volvió a irse para soltar un centro al área que se paseó por delante de la portería blanca sin encontrar rematador.
Hubo que esperar a que los portugueses perforaran la portería blanca, para ver a los hombres de Zinedine Zidane dar un paso al frente.
Apenas comenzado el segundo tiempo, un error de Sergio Ramos permitió el control por parte del brasileño Bruno César para soltar un tiro cruzado que se coló en el segundo palo, haciendo inútil la estirada de Casilla (47).
El Sporting de Lisboa consiguió de esta manera hacer algo que ningún equipo había logrado en la pasada temporada europea: marcar un tanto en el Santiago Bernabéu.