Muchos expertos consideran a los arrecifes de coral que rodean esta isla como los más sanos y mejor protegidos del Caribe, lo que hace de Bonaire el lugar ideal para probar si la tecnología de impresión 3D puede ayudar a preservar estos vitales hábitats marinos en todo el mundo.
Un proyecto de colaboración en el que participa el explorador oceánico Fabien Cousteau utilizará una tecnología que avanza con rapidez, la impresión por capas, para diseñar estructuras prácticamente idénticas a los elaborados corales naturales que hacen de la isla caribeña un destino favorito de los buceadores. Los responsables confían en que sus creaciones artificiales fomenten el crecimiento natural de los arrecifes más rápido que otras técnicas.
«Básicamente podremos imprimir roca a demanda», explicó Cousteau.
El coral artificial se fabricará de arenisca y caliza y se colocará cerca de la costa ante el Harbour Village Beach Club, un complejo turístico en Bonaire que participa activamente en esfuerzos de conservación y colabora con el Centro de Aprendizaje Oceánico Cousteau en el proyecto.
El coral que construye los arrecifes es un animal diminuto de tipo pólipo que construye una concha calcárea a su alrededor y sobrevive en una relación simbiótica con algunos tipos de algas. Sus arrecifes cumplen una función vital como criadero y fuente de alimento para numerosas criaturas marinas. Existen unas 1.500 especies conocidas y sus colonias adquiere formas desde los abanicos suaves y ondulantes hasta estructuras rígidas que sirven de base al arrecife.
Los participantes en el proyecto documentarán el progreso de las estructuras artificiales con cámaras submarinas que ya están colocadas, capturando imágenes de los coloridos arrecifes que llenan el parque marítimo nacional Bonaire.
En el parque ya se realizan otros experimentos para cultivar coral en viveros, así como otras investigaciones en profundidad. La isla, que se encuentra unas 50 millas al norte de Venezuela, es uno de los lugares más destacados para ver corales en el Caribe, donde los emblemáticos arrecifes se han visto devastados por el efecto de la polución, el desarrollo urbano y el cambio climático.
«Hay muchos lugares del mundo donde los arrecifes eran un espectáculo de vida cuando yo era adolescente, y que ahora son básicamente un desierto, infestado de algas y sin animales», dijo Cousteau, nieto del prestigioso oceanógrafo Jacques Cousteau. «Es una triste afirmación porque en torno al 70% de la biodiversidad en el océano depende de los arrecifes de coral».
El parque ha autorizado las cámaras pero todavía no ha dado el visto bueno al proyecto de impresión 3D, que tiene previsto comenzar este otoño, indicó la vocera del parque Anouschka van de Ven.
«La técnica de impresión en 3D de estructuras similares al coral es muy nueva, y por tanto no se han hecho proyectos similares en Bonaire», dijo van de Ven.
La técnica se ha probado en aguas de Bahrein junto con otras formas de arrecifes artificiales en el golfo Pérsico. La impresora 3D permite obtener estructuras complejas y de aspecto más natural que el cemento y los métodos tradicionales de moldeado.
Cousteau y otros confían en que la tecnología lleve a formaciones más naturales y mayor biodiversidad.
«Los arrecifes de coral son una parte esencial de la vida submarina», dijo. «Son como los bosques húmedos del agua, de la vida submarina, incluido en torno al 70% de las especies, que viven o dependen de los arrecifes de coral en algún momento de su vida».