Deudas por droga y la falta a los códigos internos, serían las causas que llevaron a un grupo de reos del Comando General de la Policía del estado Lara a asesinar y decapitar brutalmente a dos jóvenes reclusos entre la madrugada y la mañana de este domingo.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Edinson José Chirinos Chirinos de 25 años de edad y Miguel Ángel Gutiérrez Catarí de 20, quienes además, presentaron puñaladas en varias partes del cuerpo e incluso, al segundo de los occisos, llegaron a desprenderle el brazo izquierdo del tórax. Se presume que fueron torturados.
“No hubo motín ni coliseo, simplemente dos reos resultaron ejecutados”, indicó el coronel Edilberto León, director de Orden Público de Polilara, quien comentó que la población penal ha permanecido tranquila luego del incidente.
Orden de El Gordo
Se conoció de buena fuente que la orden de los ajusticiamientos fue dada por un sujeto apodado El Gordo, quien sería el mandamás del lugar, pues presuntamente los hoy occisos acostumbraban a pasar información a los directores de la policía.
Así lo habrían hecho días atrás, cuando fue detenida una mujer que intentó introducir un pedido de estupefacientes de El Gordo. Este se habría enterado de lo sucedido y se encargó de dar con los presuntos delatadores. A uno le cortaron los dedos, para que confesara, pero no lo hizo.
Lo grotesco de los asesinatos tuvo como fin dar un mensaje de amedrentamiento a los demás internos y los familiares de los mismos.
Nadie escuchó ruido alguno al momento de los hechos. Un característico sonido que producen los internos cuando desean avisar a las autoridades de un hecho irregular en las mazmorras, advirtió a los funcionarios de guardia de lo sucedido a eso de las 9:30 de la mañana.
Paralelamente a la masacre, resultaron heridos por arma blanca otro cuatros reclusos, quienes fueron los primeros en ser entregados a las autoridades para su atención.
Luego de conversaciones con los presidiarios, estos acordaron entregar los cadáveres y permitieron la entrada del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) al pabellón 1, en donde fueron dejados los cuerpos.
Se espera que en las próximas horas se lleve a cabo una requisa extraordinaria, aunque la Fiscalía 13º no ha dado la autorización para ello. Tendrían cinco meses sin realizar una, por lo que se cree que la institución esté minada de armamento.
Las ejecuciones habrían sido cometidas con armas improvisadas con chuzos, aunque existe la posibilidad de que los reos tengan otro tipo de instrumentos.
Los cuatro heridos
Los heridos por la riña fueron Jackson José Rincón Colina de 20 años (robo de vehículo), Saúl de Jesús Olivar Santana de 21 (Robo agravado de vehículo y otro delitos), Danger de Jesús López Silva V-24.926.213 y Jean Clauder Silva Lucena C.I.V-28.019.625.
Asimismo, curiosamente se presentaron riñas en los calabozos de otros Centros de Coordinación Policial. Específicamente en el de Unión y el Norte, en los que se produjeron un total de 11 heridos por armas blancas.
“Tenía problemas allá adentro”
La tía de Gutiérrez Catarí era quien velaba por él durante su encarcelamiento. Estaba sentenciado a cinco años de cárcel según comentó y ya tenía alrededor de año y tres meses tras las rejas.
Estaba confinado en el pabellón 4. Sin embargo, los mismos procesados hicieron boquetes en las paredes para pasarse de sector en sector.
Le llevaba su comida lunes y martes. Desde enero no podía verlo porque los miércoles, día de las visitas, se encontraba trabajando.
Deja sin padre un hijo de dos años. Residía en el sector Brisas del Turbio de La Carucieña, al oeste de Barquisimeto.
“Tía estoy obstinado, quiero salir de aquí me decía. El no me contaba todo para que no me preocupara pero tenía problemas allá adentro, como los que ellos tienen”, narró Tania Catarí.
Según las autoridades, estaba recluido desde el 29 de mayo del 2015 por robo y porte ilícito de drogas.
Por su parte, Chirinos Chirinos se encontraba encarcelado desde el 20 de enero del 2015 por robo agravado. Sus familiares no quisieron dar declaraciones ante lo sucedido.
