Confiabilidad, transparencia e imparcialidad pierde el Poder Electoral al retardar la continuidad del proceso hacia la realización del referendo revocatorio al mandato presidencial de Nicolás Maduro.
Esas condiciones que ha dejado de cumplir el Consejo Nacional Electoral (CNE) demuestran, además, que ha dejado de garantizar la igualdad y la eficiencia que debe tener ese cuerpo, dotado de recursos humanos y tecnológicos para llevar a feliz término ese derecho que tenemos los ciudadanos para evaluar la gestión de un mandatario electo mediante el voto.
Las consideraciones las ha hecho la doctora Sobella Mejías, quien desarrolló una carrera profesional en ese organismo que la llevó a ser rectora y finalmente vicepresidenta de ese organismo comicial.
Al ser entrevistada por EL IMPULSO, la profesional del Derecho muestra su preocupación porque no sólo ha esperado una respuesta a la carta que le envió a la directiva del CNE, sino porque esta cúpula no se ajusta en sus tareas a los principios establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la propia Ley Orgánica del Poder Electoral.
-¿Había necesidad de enviarle esa correspondencia a la directiva?
-Porque es mi obligación como ciudadana y ex vicepresidenta del CNE. Este cuerpo debe ceñirse a los artículos 293 y 294 de la Constitución, que señalan claramente que los órganos del Poder Electoral garantizarán la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de los procesos electorales. Ninguna de esas condiciones se está cumpliendo.
Es por ello que el pueblo, amparado en el artículo 68 de la Constitución, el 1 de septiembre se movilizó no sólo en Caracas, sino en el resto del país. Lo hizo también el 7 de este mes. Y lo seguirá haciendo porque el pueblo, constitucionalmente, tiene un espíritu protagónico.
-Sin embargo, José Vicente Rangel dijo que no fue un millón de personas las que estuvieron pidiendo la continuidad del proceso para el revocatorio, sino unas 35 mil personas. Otros partidarios del Gobierno hablaron de menos.
-Es una estupidez. Las imágenes de la movilización no son inventadas. Lo que sí debió darle pena al oficialismo es que ante la manifestación espontánea, democrática y pacífica de la oposición, es que el Presidente de la República convocó una concentración, que fue muy pírrica. Y realizó una cadena para insultar y descalificar, porque sabe perfectamente que el revocatorio no es un capricho para sacarlo de Miraflores.
La Constitución garantiza ese derecho para evaluar la gestión de un mandatario electo por el pueblo y éste tiene la facultad de revocarlo cuando, a mitad del período, haya demostrado ser incapaz de resolver los problemas que afectan a la población que lo escogió para que trabajara por su bienestar. El Presidente de la República es un empleado de los ciudadanos. Y a éstos él se debe. Él no ha sido puesto en el cargo para que haga y deshaga, no. Por eso tiene que entender que está desempeñando una posición prestada.
-Tanto Diosdado Cabello como Jorge Rodríguez y Aristóbulo Istúriz, desde que se comenzó a plantear el referendo revocatorio, han manifestado que la solicitud fue hecha a destiempo y que este año no se hará. Aún más, que Maduro finalizará su mandato y que la oposición está engañando a los electores. ¿Qué explicación tiene?
-No sólo ellos, sino el propio Maduro y el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, así como otros funcionarios, han venido satanizando el referendo revocatorio. Sostienen que la oposición está confabulada con el imperio para dar un golpe de Estado. Nadie, por supuesto, les cree. El golpe de Estado lo están dando ellos al desconocer a la Asamblea Nacional, que fue electa mayoritariamente por el pueblo democrático. Y la salida del referendo es constitucional plenamente.
-¿Por qué temen tanto al revocatorio?
-Porque las encuestas indican claramente que la gestión del Gobierno es mala al extremo. La crisis económica y social que padece la población es consecuencia del modelo errado de este régimen. El Presidente y todos sus colaboradores también conocen los resultados de las encuestas que manda a hacer el régimen. No sólo quedaría revocado él, sino que en las elecciones de gobernadores y consejos legislativos, perderían casi todas las gobernaciones y legislaturas.
Hugo Chávez fue quien planteó la idea del referendo revocatorio. Aún más, lo repitió varias veces: lo más democrático es que el pueblo haga una evaluación de la gestión sus gobernantes. Si lo hacen mal, se van. Entonces, si son chavistas, ¿por qué no se dejan evaluar? Evidemente, no son demócratas. Porque la democracia es alternancia. Y la propia Constitución establece la pluralidad política.
-¿Cuáles son sus expectativas en este momento?
-Considero que el CNE no debe mantener esa actitud de torpedear el proceso hacia el referendo revocatorio, porque aunque el Gobierno tome las medidas que quiera, será imposible resolver la crisis porque el modelo económico es un fracaso. Si es imperiosa esta salida, también lo es el diálogo, porque una sola parte no puede resolver la situación por la cual está atravesando la población venezolana.
Venezuela tiene, fundamentalmente, un recurso humano muy valioso y capaz, que puede tomar decisiones para salir del abismo en que nos hallamos. No es una cuestión ideológica, la cual hay que descartar. Soy optimista porque el pueblo no está abatido, sino esperanzado.
Ejemplar demostración cívica
La mayor demostración cívica que ha dado el pueblo en los últimos años ha sido la del 1 de septiembre de este año, cuando se registró la participación masiva, espontánea, democrática, pacífica y constitucional de más de un millón de personas que, atendiendo la convocatoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), realizó la Gran Toma de Caracas y que en el resto del país, como consecuencia de los obstáculos, atropellos, agresiones y el despliegue desbordado e injustificado de efectivos militares y tanquetas, con el apoyo de los llamados colectivos armados, se impidió que un número impreciso de manifestantes no pudiera llegar a la capital de la República y se concentrara en todas las ciudades para solidarizarse con la petición de darle continuidad al proceso para la convocatoria del referendo revocatorio al mandato presidencial de Nicolás Maduro.
Al hacer tal afirmación, la doctora Sobella Mejías indica que esta movilización, que el régimen trató de que no fuese vista por el mundo con la prohibición del uso de drones que captaran imágenes y la expulsión de periodistas de varios países, constituyó un ejemplo para todo el universo, porque se puso de manifiesto el espíritu democrático del pueblo.
Tenacidad incontenible
Sin duda alguna, el comportamiento del pueblo venezolano es profundamente democrático. Así ha quedado evidenciado cuando el 6 de diciembre del año pasado salió alegremente a votar para escoger al nuevo Poder Legislativo y darle la mayoría a los candidatos de la Mesa de la Unidad Democrática, que constituye hoy la fuerza política más fuerte, cohesionada y pluralista. Esa misma vocación democrática se desbordó cuando fue exigido el uno por ciento de las firmas para promover el referendo revocatorio.
Se sobrepasó ese número en forma abrumadora, se rebanaron planillas y excluyeron inexplicablemente a electores, incluyendo diputados nacionales y regionales, que habían firmado; pero, finalmente se reconoció el 1 por ciento.
Luego, entre el 20 y el 24 de julio, con todas las obstrucciones que colocaron (ubicación del menor número posible de máquinas captahuellas, ubicación de estas en las más remotas zonas de los estados, utilización de reducidos espacios para los ciudadanos), se revalidaron las firmas. Y ahora persistimos, porque existe una tenacidad democrática incontenible, dice la Dra. Mejías.