El escolta estadounidense Zach Graham, el único de los jugadores importados de Guaros de Lara que repite entre aquellos que lograron el inédito título en la Liga de las Américas FIBA 2016 en el mes de marzo, está contento por su regreso y llega dispuesto a aprovechar “la gran oportunidad de volver a hacer historia”, esta vez en la final de la Copa Intercontinental FIBA, a jugarse el 18 de este mes en Frankfurt, Alemania, contra el local Fraport Skyliners.
El jugador de 28 años de edad y 1.98 metros de estatura viene de aportar 15.1 puntos, 3.4 rebotes y 1.2 asistencias por juego en 31 partidos en la LPB 2015-2016, incluido un 45 por ciento en triples y 85.3 por ciento en tiros libres. En el torneo continental complementó con 14.3 puntos, 3.8 rebotes y 1.6 asistencias en ocho duelos. Luego pudo pasar tiempo con sus seres queridos en Atlanta antes de jugar con Filipinas la William Jones Cup y ganarla en Taiwán.
“Me siento grandioso. Desde mi primer día aquí, ha sido directo a trabajar”, dice sonriente, justo después de una extenuante sesión matutina en el calor del Domo Bolivariano. “Se siente bien estar de nuevo aquí. Hay una buena vibra, el coach (Iván Déniz) es un coach ganador, ha ganado campeonatos y nos mantiene preparados y enfocados con prácticas que son muy duros pero que necesitamos”.
Fue dirigido por Déniz durante su paso por los Soles de Mexicali en México y lograron el título en la campaña 2014-2015. “Muchos que conocen nuestra relación dicen que el coach es como mi padre y me siento como su hijo. Es una gran relación entrenador-jugador, he aprendido mucho de él y siento que, cuando jugué para él en México, en mi primer año, sentí que comencé a crecer. La oportunidad de jugar de nuevo para él me tiene ansioso de que comiencen los partidos”.
Sin margen de error en suelo alemán, reconoce que será difícil lograr el objetivo. “Todos estamos poniéndonos en buenas condiciones y forma porque tenemos que ir directo a una final, así que necesitamos hacer todo lo que haga falta para prepararnos y ganarlo”.
Estará rodeado esta vez de más talento extranjero, pero incluso ve mucho más importante el nivel de los venezolanos. “Jugar con más importados es bueno pero aquí los nacionales son grandiosos, por lo que tenemos un equipo muy completo de principio a fin, así que lo que queda es concentrarse en trabajar duro y estar listos”.
