Ventana abierta – Lenguaje presidencial

-

- Publicidad -

Para recordar: “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mateo 12:36).

Es evidente que el lenguaje presidencial tiene mucho que ver con el clima (conducta, comportamiento) que se vive en el país que dirige tal gobernante, y gran parte de los escuchas aplauden lo bueno (si lo hubiere) hasta llegan a aprobar el lenguaje soez.

- Publicidad -

Entiéndase por leguaje soez: “El conjunto de formas lingüísticas (palabras o expresiones denominadas malas palabras)… se consideran por la comunidad lingüística como inapropiadas, obscenas, indecentes deshonestas, injuriosas u ofensivas” (es.wikipedia.org/wiki/Lenguaje soez).

Aunque hay varios trabajos como el nuestro, en estos últimos días el primer gobernante y sus seguidores, han venido dando discursos que nos ha dado pie para escribir nuestro artículo.

Hace años, el periodista Sebastián de la Nuez (2002) presentó una publicación titulada: “El lenguaje de un presidente”; y se refería a los discursos del fallecido presidente Hugo Chávez y dijo: “Venezuela ha vivido momentos de verdadera zozobra en los últimos meses, y analistas del entorno político y comunicacional le atribuyen a los discursos del presidente Chávez una significativa cuota en la conformación del clima de crispación”. http://www.ull.es/publicaciones/latina/2002/…htm)

En apartados del lectores, por Internet de este prestigioso diario EL IMPULSO, 13/08/2013, encontramos el título “El Lenguaje de un presidente” y dice: “Hoy estamos en presencia de un ‘político’ que ocupa el cargo de primera magistratura del país, quien debe ser ejemplo para nuestra juventud, en cuanto a conocimientos, con el empleo de un lenguaje fluido y no prosaico, que muestre capacidad y no ignorancia, que utilice construcciones gramaticales que llenen ese vacío que muchos jóvenes tienen en este momento…”

En ese mismo sentido, el periodista Diego Martínez (2015) usó palabras del presidente Juan Manuel Santos, quien dijo: “Una de las formas de acabar cualquier conflicto, es refiriéndose al contrario de forma menos agresiva; que en lugar de estar insultándonos nos refiramos al otro con amabilidad” (elpaís.com, 17/07/15)
El apóstol Pedro, a quien algunos le adjudican el título de Papa, se deslindó de la vida de Cristo, su vida espiritual, el evangelio, fue el apóstol que por sus palabras dijo quién era. Prácticamente de la noche a la mañana cambió hasta su lenguaje.

En Mateo 26: 65-75, se presenta un Pedro que negó a Jesús, en los días de la crucifixión de su Maestro. Dos criadas y varias personas le reconocieron como uno de los doce y dicho apóstol comenzó a maldecir (era como decir malas palabras) y jurar y allí negó tres veces a Cristo. Por nuestras palabras daremos cuenta en el día del juicio, tal como lo dijo Jesús (Mateo 12:36).

White Elena (s/f), en su libro “La voz: Su educación y su uso correcto”, señala: El hablar cosas negativas, promueven imágenes mentales desagradables, y producen sobre nosotros mismos un efecto negativo… Las vidas de algunos carecen de paz y alegría, porque nunca salen del círculo del yo… Cuando alguien se enoja, está tan intoxicado, como el que ha bebido una copa… Las palabras son un indicio de lo que hay en el corazón. “Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Maldecir tiene un efecto doble, que cae más pesadamente sobre el que pronuncia la maldición, que sobre el que la recibe. El que disemina semillas de disensión y lucha, cosecha en su propia alma los frutos mortíferos.

Bien dijo Jesús, al presidente o no, “…por sus frutos lo conoceréis” (Lucas 6:42).

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -