Este miércoles 7 de septiembre, cuando debe cumplirse una nueva movilización cívica, pacífica y democrática, para solicitar la activación de la fase para la recolección del 20 por ciento de las firmas para llevar a cabo el referendo revocatorio del mandato presidencial de Nicolás Maduro, otra vez el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Ejecutivo Nacional están organizando una manifestación para impedir que se cumpla la voluntad de la mayoría del electorado venezolano.
Así lo expresó la doctora Nancy Rodríguez de Rodríguez, representante en el estado Lara del Instituto de Formación Demócrata Cristiano (Ifedec) Arístides Calvani.
Tenemos, dijo, que hacerle un reconocimiento al pueblo venezolano porque con toda la tensión política, económica y social que estamos viviendo, la gente con vocación democrática todavía mantiene una conducta pacífica, cívica y apegada a la Constitución cuando sale a la calle a reclamar su derecho, como lo hizo el 1 de septiembre, cuando se realizó la Gran Toma de Caracas y al imperdírsele su desplazamiento hacia la capital de la República, en todas las demás ciudades llevó a cabo actos con el mismo objetivo: solicitar la actuación adecuada del CNE para llevar a cabo el referendo revocatorio al mandato presidencial de Maduro.
Aún con todos los inconvenientes que puso el oficialismo para impedir que los demócratas se manifestaran, la movilización se desbordó en los sitios escogidos por la Mesa de la Unidad Democrática para manifestar.
Más allá de los números, que según observadores internacionales sobrepasó el millón de personas que se echaron a las calles, importante es destacar el comportamiento de los manifestantes, lo cual impactó al mundo porque esas imágenes, que también trató el Gobierno de que se tomaran, recogen los instantes vividos y los conoció el mundo entero.
Esas demostraciones están en los periódicos y los videos fueron difundidos por las televisoras extranjeras. Fue una noticia de gran impacto.
Al Gobierno le incomodaba que la gente fuera a Caracas. Lo que se hizo en el túnel de La Cabrera dejó claro eso, porque de la noche a la mañana programaron unas reparaciones que concluyeron cuando ya la manifestación había terminado. Fue una ridiculez del sector oficial. La violencia fue terrible en La Victoria por parte de los colectivos armados, que obstruyeron el paso y destruyeron los vehículos donde viajaban los que iban a Caracas.
Al mismo tiempo, no se metieron esos colectivos con los buses que transportaban a los chavistas-maduristas a la concentración que convocó Maduro, porque lo que pretendían era impedir que la oposición se hiciera sentir.
El oficialismo se desespera por lograr que haya violencia. Realiza provocaciones a todo instante. Cuando se anuncia una movilización como la toma de Caracas, el PSUV y el Ejecutivo Nacional planifican, como lo hicieron, otro acto.
Ahora que hay una nueva protesta para este miércoles, una vez más salen con una actividad similar.
