El camino a Rusia suena a utopía pero el de Catar está lejos de empezar a recorrerse, por lo que la selección de fútbol de Venezuela, en el intento de retomar el nivel con el que lavó su imagen perdedora en la Copa América Centenario, tendrá que sacudirse el mal trago de la caída en Barranquilla ante Colombia (2-0), esta noche a las 7.00, cuando dispute la octava fecha de las eliminatorias como anfitriona de Argentina, en el estadio Metropolitano de Mérida.
Las circunstancias no podrían ser más opuestas. Argentina comanda la tabla de las eliminatorias, viene de triunfar e, incluso sin el mejor jugador del mundo (Lionel Messi) por lesión y Paulo Dybala por expulsión, presume de profundidad. La Vinotinto está en el último puesto con un punto de 21 posibles, perdió a tres jugadores por sanción y viene de un partido nulo en ataque, en el que lo más destacable fueron dos penaltis atajados por Dani Hernández.
No parece la cita más idónea para hablar de un despertar pero no hay tiempo para especulaciones o experimentos, menos aún cuando, en las eliminatorias hacia Brasil 2014, contra la albiceleste, se logró derrumbar un mito y una constante histórica y se le derrotó 1-0 en Puerto La Cruz, gracias a un tanto del hoy ausente Fernando Amorebieta.
Las salidas de los expulsados Wílker Ángel y Rolf Feltscher, amén del sancionado Arquímedes Figuera, abren sitio a José Manuel Velásquez, Mikel Villanueva y, quizás, el capitán de la selección sub20, Yangel Herrera, aunque Arles Flores es también una opción allí. Más adelante, el mal partido de Adalberto Peñaranda contra los colombianos podría hacerle un hueco a Rómulo Otero en el once, aunque Rafael Dudamel se adelantó y dio un espaldarazo al joven Peñaranda.
“Estuvo muy lejos de aquel Peñaranda fabuloso pero un partido malo o un partido regular no me va a hacer dudar de sus capacidades”, advirtió quien además reconoció que Argentina “va a seguir siendo Argentina, con o sin Messi”. El antecedente más inmediato es la eliminación de la Copa América Centenario a manos de este mismo rival y con marcador abultado de 4-1.
Intentará contrarrestar la “presión alta” y el “volumen de ataque” de su aquilatado adversario con “personalidad, temple y carácter” en quien acompañe a Tomás Rincón en la primera línea de volantes, convencido de que su escuadra “va a luchar hasta el último minuto” a pesar de que el chance clasificatorio a Rusia es escaso.
Los argentinos parecen haber expresado mayor preocupación por las tensiones políticas del país que por lo deportivo y, a pesar de que reconocen que la ausencia de Messi tiene un peso en la eficacia de su juego, confían en poder mantener el puesto de vanguardia en la tabla, eso sí, sin confiarse en territorio ajeno.
“No subestimamos a nadie. Argentina tiene que jugar todos los partidos con mucha intensidad, con responsabilidad, por más que Venezuela no esté en su momento”, comentó al respecto el defensor Ramiro Funes Mori, antes de hacer el viaje hacia Mérida.
Dudamel logró en Estados Unidos que la Vinotinto dejase atrás una etapa de problemas fuera de la cancha y rompiese con los malos resultados del primer tercio de la eliminatoria, en la etapa de Noel “Chita” Sanvicente como seleccionador. Sin embargo, necesitará un gran partido en esta fecha si es que quiere mantenerse en carrera como protagonista inesperado y no como mero participante de un cruel calendario.