“Le dejaron con la pura foto de la bebé y la licencia”, aseveraron familiares de Jean Carlos Navarro Pérez (27), quien fue vilmente asesinado durante la noche del sábado presuntamente para robarlo, cuando caminaba devuelta a su hogar, ubicado en el sector La Veguita de Quíbor, municipio Jiménez del estado Lara, donde era esperado por su esposa e hijos de seis y año y medio de edad.
Su rostro quedó prácticamente irreconocible, pues en diversas oportunidades fue impactado por una piedra de concreto de un tamaño considerable hasta dejarlo sin vida.
Entre algunas lágrimas y expresiones de lamento, contaron su prima y hermana que Navarro Pérez se encontraba la noche del sábado en una “piscinada”, pues celebraban el cumpleaños de un familiar de su pareja en un local conocido como Dalila, en el sector Cerro Pelón.
La cónyuge y sus dos descendientes habrían partido temprano del compartir porque “tenían sueño”, sin embargo, la víctima fatal se encontraba algo pasado de tragos y decidió continuar en la fiesta.
A eso de las 11:00 p.m., por el presunto estado de embriaguez en el que se encontraba, no aceptó ser llevado a casa por nadie y decidió emprender rumbo a pie, a pesar de las advertencias de los presentes. “Estaba necio como cuando uno se pone a ligar, hacía todo lo contrario a lo que él hacia normalmente”, expresaron.
Eran como 5 kilómetros de distancia, aseguraron, y a la altura de la invasión Villa Sinaí, se presume que fue interceptado por un sujeto que tenía intención de despojarlo de sus pertenencias. Su hermana cree que opuso resistencia y por ende fue apaleado hasta la muerte.
Jean Carlos fue descrito como un excelente padre y una persona trabajadora. Tenía un puesto de venta de comida rápida en las puertas de su morada.
“Tuvo una muerte como si hubiese sido el peor muchacho. Trabajó en bancos en Quíbor, en agencias de festejos, era muy tranquilo”, comentaron los dolientes, quienes acotaron que la capital de Jiménez se encuentra sumamente peligrosa.