En la marcha del jueves, destacan los analistas, la MUD rompió una etapa de apatía y mostró capacidad de movilización.
La oposición venezolana comienza a reorganizarse, vigorizada por la multitudinaria marcha del jueves, pero ahora enfrenta el enorme desafío de lograr que su capacidad de movilización obligue a las autoridades a aceptar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
¿Y ahora qué?, se preguntan muchos tras una jornada en la que multitudes exigieron el referendo. La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció una “nueva agenda de lucha” y convocó a protestas el 7 y 14 de septiembre, aunque el poder electoral ha advertido que no se dejará presionar.
“El reto más duro para la oposición es convertir su energía potencial en energía cinética. Porque esta marcha no cambia el control institucional”, opinó el analista Luis Vicente León.
Pero “una vez en la calle”, añadió, “la estrategia ganadora de la oposición es quedarse ahí: mostrar que es mayoría y recordar qué es lo que quiere esa mayoría y que no se quedará tranquila hasta conseguirlo”.
Según las encuestas de firmas como Venebarómetro y Datanálisis, Maduro enfrenta un nivel de impopularidad de alrededor del 75% y ocho de cada 10 venezolanos quieren cambiar al gobierno.
Agobiados por la crisis económica, los venezolanos hacen filas durante horas en los supermercados para comprar productos subsidiados y regulados, ante la escasez de alimentos y medicinas y una descomunal inflación, que el FMI proyecta en 720% en 2016.
“La marcha fue impresionante, sigue presionar para tener el revocatorio… no tener miedo, porque tenemos que salir de esto. Es una lucha difícil, pero lo vamos a lograr”, declaró Damaris Montero, una ama de casa de 61 años, quien dijo haber asistido a la manifestación, en el este de Caracas.
Pese al malestar popular y haber arrasado en los comicios legislativos de diciembre que dieron a la MUD la mayoría parlamentaria, la oposición no había convocado multitudes desde las marchas de 2014, en parte, según analistas, por el recuerdo de la violencia de esas protestas contra Maduro dejaron 43 muertos.
En la marcha del jueves, destacan los analistas, la MUD rompió una etapa de apatía y mostró capacidad de movilización.
El tiempo es clave
Acusado de servir al chavismo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha señalado no obstante que será apenas en la última semana de octubre cuando se recogerán las cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral) necesarias para convocar el revocatorio.
La fecha exacta la anunciará el CNE el 13 de septiembre, por lo que la MUD convocó una marcha al día siguiente para seguir presionando, pues el cronograma complica la posibilidad de que el referendo se haga este año.
“La marcha no hará que el CNE cambie lo programado. Si la oposición se conforma con esa movilización pierde, de ahí que anunció más acciones que irán aumentando en intensidad. La suma de éstas sí podría generar que el poder electoral decida agilizar el proceso”, dijo a la AFP Eugenio Martínez, experto en asuntos electorales.
Y es que el tiempo es clave. Si la consulta popular se hace después del 10 de enero de 2017, cuando se cumple el cuarto año de mandato presidencial, y Maduro pierde, debe sustituirlo su vicepresidente según la ley. Si se hace antes, habrá elecciones presidenciales.
“Si todos ejercemos la presión democrática, empujamos en la misma dirección, dada la situación económica y social que vive el país, no le va a quedar más remedio al gobierno que aceptar el referendo”, dijo el líder opositor Henrique Capriles en una reciente entrevista con la AFP.
La estrategia chavista
Pero el gobierno no se quedará de manos cruzadas. Los chavistas sostienen que no permitirán que la “derecha fascista” les arrebate el poder para instaurar un modelo neoliberal “leal” a Estados Unidos.
Tras la marcha, Maduro, quien respondió con una concentración de seguidores, dijo tener listo un decreto para levantar la inmunidad parlamentaria, al acusar a la mayoría opositora del Legislativo de planificar un golpe de Estado.
“¿Que pasó ayer? (…). No más de 30.000 personas participaron”, aseguró la canciller venezolana Delcy Rodríguez, al presentar ante el cuerpo diplomático las “pruebas de la agenda violenta” de la oposición.
El ministro de Interior, general Néstor Reverol, quien acompañó a la ministra en su disertación, aseguró que las detenciones de varios dirigentes opositores en los últimos días “frustraron el golpe de estado y derrotaron la violencia en Venezuela”.
El gobierno aún se guarda varios ases en la manga. Acusándola de fraude en la recolección de firmas para activar el referendo, empuja 8.600 recursos legales contra la MUD, una demanda ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) -al que la oposición acusa de servir al chavismo- y una petición al CNE de inhabilitarla como actor político.