El defensor Oswaldo Vizcarrondo participó en el entrenamiento que hace dos noches realizó la selección de Venezuela en Mérida, tras arribar de Barranquilla, y despejó las dudas de cara al desafío del martes, cuando la oncena criolla recibe a Argentina, en busca de su primera victoria, al disputarse la octava fecha de las eliminatorias suramericanas al Mundial Rusia 2018.
El experimentado zaguero debió abandonar el terreno de juego en el careo contra los colombianos, a poco del final, afectado por un balonazo que recibió en el rostro y le hizo perder la noción por algunos instantes. En un principio, había temor de que se tratase de un asunto de mayor gravedad, pero el mismo jugador aclaró que fue cuestión solo de aquel momento y no está en riesgo su participación para el martes, algo que supone un alivio para el técnico Rafael Dudamel, que ya debe bregar con las bajas de los suspendidos Wilker Ángel, Rolf Feltscher y Arquímedes Figuera.
«Me siento bastante bien. El día jueves salí con esa contusión en la cabeza, me sentí un poco desorbitado al momento de recibir el impacto. Traté de sostenerme durante cinco minutos para no malgastar un cambio en la parte defensiva, pero iba a restar en vez de sumar en cancha», indicó Vizcarrondo a la periodista Mariann García, tras la sesión nocturna del viernes en el Metropolitano de Mérida, la única a puertas abiertas, con registro de unos 4 mil aficionados.
La derrota en Barranquilla, sexta que sufre en el proceso eliminatorio para la venidera Copa Mundo, enterró aún más a la Vinotinto en el foso de la clasificación, con apenas un punto de 21 posibles y la obligación de buscar reflotar ante Argentina, nuevo líder de las eliminatorias, al recibirlo en la llamada Ciudad de los Caballeros.
El duelo entre venezolanos y argentinos está programado para el martes a las 7.00pm. El gobernador merideño adelantó ayer que está listo todo el dispositivo de seguridad para resguardar a la selección argentina en suelo nacional y cumplir las exigencias de la dirigencia de aquel país, que ponía condiciones para venir a suelo nacional, dada la situación álgida que se vive en las calles, como consecuencia de la tensión política y social.
