Del antiguo Egipto data la primera función de magia de la historia, que fue presentada ante el Faraón en la ciudad de Menfis. Fue en el renacimiento cuando los actos se asentaron al aire libre, en ferias y fiestas populares. Posteriormente en el siglo XVIII la profesión de ilusionista ganó prestigio y se transformó en una de las formas más populares de entretenimiento.
La verdadera revolución de la magia y los orígenes del ilusionismo moderno se encuentran en la figura de Jean Eugene Houdin, quien abrió un teatro de magia en París, en la década de 1840.
Es una evolución constante, cada época tiene sus grandes artistas en el mundo de la magia. Actualmente, una nueva generación de magos sigue impresionando a la audiencia con actos irreales que no logran ser explicados por la ciencia o por el sentido común. Ellos crean en los espectadores: entusiasmo, asombro, confusión e incluso les hacen dudar si lo que ven es real o parte de su imaginación.
En Venezuela, uno de los principales representantes de la magia es el ilusionista John Herr, quien esta semana ofreció un show privado a los trabajadores de esta casa editorial, en la Sala Alternativa de EL IMPULSO, durante el cual desarrolló sus habilidades y resaltó cómo puede la magia convertir los sueños en realidad. El talentoso artista, oriundo de Caracas, enarbola la bandera de Venezuela cada vez que tiene una presentación y con ello evoca el sentimiento nacionalista.
Dijo que perdió la cuenta de cuantos actos ha realizado o presentado a lo largo de su vida, pero lo que quedó claro fue que la mayoría son de su autoría o adaptados a su estilo. “Es un trabajo integral, no solo consiste en ir a un escenario y presentarse, es una labor que requiere creatividad, preparación de la musicalización y lograr hacer magia mediante la fe y la imaginación”.
Para John Herr cada uno de los actos presenta en escena tienen un lugar especial en su corazón, por la dedicación y esfuerzo que emplea. Sin embargo, señaló que el acto de magia más emotivo y solicitado por sus fans es el llamado “Flag Suspensión” porque hace levitar a su asistente, con lo que genera asombro y euforia en el espectador.
Toda su vida ha estado rodeada de magia pues asegura que se inició en ese mundo a los tres años de edad. En su memoria atesora el recuerdo de cuando tenía cinco años y su madre se percató de su interés por hacer aparecer y desaparecer cosas, y le regaló un kit para hacer magia.
“Desde ese momento mi vida cambio. Siempre recuerdo con exactitud la cara de mi madre cuando hice mi primera presentación, es algo muy hermoso el saber que ella contribuyó a que después de tantos años yo continuará con esta vocación”.
A los siete años de edad comenzó a ser contratado en shows de relevancia y a los once años se hizo miembro de la Asociación Latinoamericana de Ilusionistas, época en la que comenzaron a llegarle invitaciones al exterior. De esa manera, inició una exitosa carrera en el mundo de la magia, aunque también estudió ingeniería civil.
Herr cuenta con el apoyo de un equipo de 15 personas y su principal asistente es su esposa Elizabeth Martínez, con quien ya tiene más de 8 años de casado. “Compartir esta labor con mi esposa es maravilloso, pero que a la vez requiere de un gran compromiso”.
El ilusionista se encuentra adelantando los preparativos para una gira por Argentina, Panamá, Ecuador, Perú y Colombia. También organiza un viaje hacia las Vegas, para presentarse con un grupo de ilusionistas que residen en Norteamérica.
-¿Qué es la magia?
La magia es la forma de ver todo de manera positiva y feliz, la vida tiene magia, cuando nace un bebé eso es magia, cuando respiramos también es magia, señala. “Cada vez que imaginamos y soñamos con alcanzar determinados objetivos estamos haciendo magia, con ella se puede hacer realidad lo que parece imposible: volar, levitar, aparecer o desaparecer”.
“Un avión no existiría sin la imaginación de alguien que pensó y dijo: ¡se puede hacer! Ese ser convirtió ese sueño mágico en realidad ¿Qué sucede? Que el secreto se reveló y pasó de ser algo asombroso a un acto cotidiano”.
-¿Qué acto de magia quisiera convertir en realidad?
-Mi acto Cambiemos al Mundo, allí guío a las personas hacia el pensamiento de que tenemos que cambiar y construir un mundo mejor, y la única forma es hacerlo a través de uno mismo, no debemos esperar que otros lo hagan. Los cambios comienzan cuando por ejemplo se evita botar un papel en el piso, se respeta la vida de un animalito y se cuida la naturaleza.
-A través de la magia busco transmitir ese mensaje dejándoles la siguiente reflexión: Piensa en este instante en algo que tú a partir de ahora te vas a comprometer en hacer para cambiar este mundo… cuando salgas de este lugar comienza y difunde este mensaje.
-¿Los venezolanos no hacemos magia al llevar comida a nuestros hogares?
-El ser humano desde que está posicionado en este mundo tiene que luchar y sacrificarse, ser disciplinado, responsable e ingeniárselas para poder lograr sus objetivos. En una situación como la que se vive actualmente en todo el mundo, evidentemente nos las ingeniamos muchísimo, todos, para buscar una solución a nuestros problemas individuales de forma creativa y en eso hay un toque de magia. En el momento que dices: ¡Lo logré!, se presenta la magia. Los venezolanos tenemos que tener en cuenta la frase: “La energía en la mente es el poder que transforma la fuerza de los deseos en realidad”.
-¿Es importante dejar entrar la magia en nuestra vida?
-Sin importar la creencia religiosa confiamos en que existe un Dios, majestuoso e inmenso. Hasta aquellos que dicen no creer, cuando lo necesitan lo invocan y dicen “¡Dios mío!” Quizás el mundo actual vive alejado de la magia y con mucha maldad, la razón es que en los corazones de los seres humanos se está perdiendo la presencia de Dios. El mensaje más importante que les puedo transmitir en estos momentos a todos los venezolanos y quienes han ayudado a levantar a mi país, es muy claro y contundente: primero Dios, con él se logra todo, por eso es importante que viva en nuestros corazones.
