Es hora de regresar a clases y debemos avivar en los más jóvenes el deseo de cumplir satisfactoriamente sus responsabilidades escolares, siempre con optimismo y por supuesto, mucho ánimo. Trabajemos con ellos y hagamos mucho más llevadero, significativo y de gran aprendizaje el período que inician. Excelentes calificaciones… ¡Pueden ser posibles!
El acompañamiento en cada momento de la vida es algo fundamental, especialmente en la etapa de educación básica, media o diversificada, cuando el niño o el joven se encuentran experimentando nuevas cosas, descubriendo un mundo de posibilidades y forjando los primeros pasos de un futuro próspero.
De allí que la estimulación a través de una serie de hábitos y técnicas de estudio, sea pieza clave en el camino del éxito. Con eficacia en sus actividades diarias, concentración, responsabilidad e interés, su hijo siempre sobresaldrá. Anímelo y disfruten juntos está nueva experiencia. En sus marcas, listos ¡A estudiar!
Espacio para concentrarse
Estudiar exige un lugar tranquilo que ayude a la concentración y permita realizar tareas empleando el menor esfuerzo y tiempo posible. El sitio que se elija para trabajar en casa debe ser el que tenga menos ruido, evitando además encender televisores y equipos de música.
Lo mejor suele ser estudiar en la habitación, donde una simple mesa puede lograr un espacio acogedor, agradable y personal, que induzca al estudio. Está claro que parte de los trabajos y compromisos como alumnos pueden ser cumplidos en la escuela o el colegio, pero cualquier otro pendiente que requiera mucho más tiempo, es vital hacerlo en ese lugar preparado dentro del hogar.
Es ideal que sea agradable ante la vista y que en el mismo se encuentre todo lo necesario para poner en práctica los oficios (lápiz, bolígrafo, regla, goma de borrar, cuadernos, libros, láminas de papel bond, entre otras cosas). Además, recuerde que un excesivo número de interrupciones no facilita el estudio, por lo tanto es importante la concentración.
Asociaciones efectivas
Existen técnicas que ayudan a memorizar fácilmente lo que debe ser aprendido y se conocen como “recursos mnemotécnicos”. Estos, recurren al uso de ciertas combinaciones, relaciones y asociaciones de ideas que facilitan la retención por largo tiempo.
En este sentido, existen recursos gráficos, topográficos, numérico-verbales y verbales, que resultan muy efectivos. Los gráficos, consisten en asociar aquello que se desea aprender con una imagen; los topográficos, en ir colocando en el cuarto o en algunos lugares de la casa un objeto que represente aquello importante de memorizar; los numérico-verbales, en relacionar los números con palabras (especialmente para retener fechas y años) y los verbales, formando palabras, frases o rimas, que faciliten el proceso de aprendizaje.
Sin embargo existen también otras recomendaciones que facilitan el proceso de memorización como relacionar lo nuevo con lo que ya se sabe, recordar sólo lo más importante y repasarlo oralmente todas las veces que haga falta, repasar lo aprendido diariamente y estudiar en horarios correctos, preferiblemente en horas del día, cuando el cuerpo se encuentra en mejores condiciones y el cerebro capta fácilmente lo que recibe.
Mapas de ideas
Los mapas (sean mentales o conceptuales), aportan considerablemente al proceso de enseñanza-aprendizaje, realizándolos de manera sencilla y creativa, tendrán el efecto que se busca.
Los mentales, se valen de dibujos asociativos que a su vez sirven de herramienta para fijar la información, y por consiguiente, poder explicarla. Suelen organizarse partiendo de una estructura orgánica radial a partir de un núcleo en el que se usan líneas, símbolos, palabras, colores e imágenes para ilustrar conceptos sencillos y lógicos.
Los conceptuales por su parte, también sirven para mostrar la estructura de un tema central en torno al cual se van situando las ideas principales, enlazadas por líneas, que muestran cuál es la relación entre ellas. A diferencia de los primeros, en estos se permiten conceptos breves, sin embargo, no debe excederse de los mismos y la armonía debe estar presente.
Entre los beneficios de ambos se encuentra: estimulación de la creatividad (al permitir la asociación libre de las ideas), visualización cercana de conceptos y su relación entre sí, comunicación de las ideas de manera ordenada y almacenamiento de la información en poco espacio.
Óptimas condiciones
Para el rendimiento adecuado de las actividades y los compromisos escolares, es también de gran importancia ocuparse otros factores que ayudarán a rendir mucho más, entre ellos destacan: correcto desarrollo corporal, alimentación oportuna y balanceada, incorporación de rutinas físicas y descanso oportuno.
La postura de estudio más adecuada es sentada, con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, las piernas formando un ángulo recto con el suelo, los antebrazos encima de la mesa y la cabeza y el cuello ligeramente orientados hacia adelante. La alimentación debe ser variada y ligera, rica en proteínas, vitaminas y minerales como calcio, hierro y fósforo. Además, es bueno que se consuma entre dos y tres litros de agua, ya que es imprescindible para todas las funciones vitales del organismo.
Por otro lado, practicar una actividad física controlada en función de la edad y de las características de cada alumno es muy acertado, ya que producirá un mayor riego sanguíneo y una oxigenación adecuada del cerebro, mejorará la respiración, proporcionará energía y será pieza clave en la liberación de toxinas del cuerpo así como de las frustaciones. Finalmente, para el sueño deben dedicarse como mínimo ocho horas diarias y los descansos deben ser en intervalos considerables.
