Zulmarac Querales tiene cuatro años laborando en el Central Madeirense ubicado en la Avenida Los Leones, al este de la ciudad.
Dentro del establecimiento, los trabajadores tienen la oportunidad de obtener una parte de los productos regulados que allí venden. En la tarde de ayer, Querales al salir del trabajo se trasladaba con su combo que traía: cuatro fórmulas lácteas, cuatro aceites, pastas y crema dental. Al momento que dejó el centro comercial, fue retenida por un funcionario de la Policía Municipal.
“Me querían llevar detenida porque supuestamente yo estaba “bachaqueando” las fórmulas lácteas, aquí en mis manos tengo la factura y la partida de nacimiento que demuestra que soy madre de un niño de siete meses”, vociferó Querales.
Por más de media hora mantuvo retenida a la ciudadana, que no querían dejar de ir porque supuestamente tenía que hacerse justicia. Comenzó una disputa por dicha situación, trabajadores del establecimiento comercial se dirigieron a alegar que soltaran a su compañera “que no era culpable”.
Una de las personas en la zona que no quiso ser identificada , aseveró que supuestamente Querales llevaba ocho fórmulas lácteas porque una compañera que no tiene hijos le dio parte de su cupo para colaborarle ante la escasez o dificultad de adquirir el producto.
“Estos policías tienen que abocarse a agarrar a los verdaderos bachaqueros, nosotros solo ayudamos a una compañera que trabaja todo el día y no tiene tiempo para ponerse a buscar fórmulas, y acá tenían más de un año sin llegar”.
Querales se negó a ser trasladada a la Tercera Brigada, donde supuestamente los oficiales procesarían la denuncia, pero a falta de pruebas y la insistencia de todos sus compañeros, se retiraron del lugar sin levantar ningún cargo contra la empleada, demostrando de esa manera, su inocencia.
