Familiares de los reos recluidos en el área de aislamiento de la Comunidad Penitenciaria Fénix informaron, ayer, que los internos iniciaron una huelga de sangre debido a un conjunto de irregularidades ocurridas los últimos días en el recinto.
De acuerdo al relato de dos parientes, acumulan 20 días sin poder comunicarse con los penados. En ese tiempo, al parecer, estos han sido torturados y los obligan a pasar hambre porque no les entregan la ración diaria de comida, como tampoco pueden recibir medicamentos ni atención en centros de salud.
Mensualmente, los familiares tienen permiso de ver a los reos. Viajan desde otras regiones para hacerlo porque la mayoría de los allí recluidos no son nativos del estado Lara. Pero este mes no han podido hacerlo. Por la preocupación de desconocer cuál es exactamente el estado de salud de los suyos, los parientes claman la reanudación de las visitas y que la directora de Fénix les aclare la situación.
En búsqueda de respuestas acudieron a la defensoría de internos del Ministerio para el Servicio Penitenciario, pero se excusaron diciendo que antes de actuar debe haber un pronunciamiento de parte de la ministra de esta cartera, Iris Varela.
Se presume que los supuestos castigos de los que son objeto los reos fueron desencadenados como venganza por el reciente hallazgo de armas, granadas, dinero y otros elementos dentro de la cárcel y por el cual fueron imputados 11 custodios.