El alapívot Windi Graterol se unió a los entrenamientos de Guaros de Lara, en el Domo Bolivariano, con el claro objetivo de estar a tono para la Copa Intercontinental FIBA a realizarse el 18 de septiembre en Frankfurt, Alemania, en lo que supone uno de los retos deportivos más importantes del club en la temporada.
El criollo, que es uno de los puntales de la selección nacional y con el notable palmarés de una participación en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, llegó en buena forma al acoplarse rápido al ritmo de entrenamiento del grupo que trabajo la defensa y desplazamiento, bajo la dirección del español Iván Déniz.
“Estoy muy contento de llegar a Lara y unirme al equipo. Es un nuevo comienzo, vengo a trabajar duro, se que el entrenador (Iván Déniz) tiene su filosofía de juego, tengo que adaptarme a ella y seguir mejorando. Seguiremos con el trabajo que hemos hecho aquí y estoy enfocado en aportar”, dijo Graterol tras la sesión del jueves en la mañana.
El jugador oriundo de Caracas adelantó que tiene planteado reunirse con el nuevo timonel y hablar del plan de trabajo, como lo ha hecho con el resto de la plantilla.
Los trabajos con anticipación a la justa internacional se deben al gran nivel que está el baloncesto europeo, razón por la cual la experiencia de Graterol podría ayudar a conseguir este importante título de clubes.
“Ya conozco algo del baloncesto europeo, he jugado contra varios de sus equipos, no es fácil ya que rotan bien el balón, saben defender duro, lo positivo es que tenemos un entrenador español capacitado y que nos guiará para hacer las cosas bien en Alemania y en los juegos amistosos que haremos”, aseveró el alapívot
Graterol tuvo participación en tres torneos en la temporada pasada. En la Liga de las Américas fue partícipe del campeonato histórico del club, al promediar 7.1 puntos en ocho encuentros, mientras que en la LPB vio acción en 39 cotejos (6.0) y en la Sudamericana en seis (6.8).
Todavía falta por llegar más talento internacional y criollos. Se espera este fin de semana al pívot Gregory Echenique, al base Chris Wright y al alero Branko Cvetkovic de Serbia.
Durante la semana llegaron al país el base mexicano-estadounidense Luke Martínez y el alapívot Davon Jefferson, quienes se adaptan al trabajo del técnico ibérico.
Los eventos internacionales no solo son la prioridad del quinteto criollo que quiere sumar su tercer título seguido en la Liga Nacional de Baloncesto y el tan ansiado trofeo en la LPB que se le ha hecho esquivo en los últimos años.
Experiencia olímpica
El jugador destacó que fue un paso importante para el baloncesto venezolano, la clasificación a unos Juegos Olímpicos y ante los resultados obtenidos, deberán trabajar mucho más para estar a tono de cara a Tokio 2020.
“Fue una experiencia muy buena en lo personal y para el equipo, fue un torneo muy duro que nos deja como enseñanza el seguir trabajando y mejorando, porque el nivel olímpico no es nada fácil. En esa competencia todo el mundo va bien preparado y no hay margen de error”, dijo Graterol.
En el máximo torneo del deporte continental el alapívot participó en los cinco encuentros, tuvo un promedio de 1.2 puntos, en esa instancia ocupaba un rol de sustituto.
El palmarés del espigado jugador con la selección nacional es extenso, al ser parte de los dos títulos suramericanos y el del preolímpico de México.