Caracas, 1 de septiembre.- Ante los vítores de los cientos de miles que se agolparon en la concentración de la avenida Francisco de Miranda, el liderazgo universitario brilló en la Toma de Caracas.
Aplicando una estrategia para burlar los obstáculos oficiales, unos mil estudiantes fueron llegando a la ciudad desde la semana pasada para dar la cara un frente conjunto de representantes de 36 casas de estudio públicas y privadas.
«Nosotros ingresamos este miércoles pesar de las trabas que nos pusieron desde la ciudad de Mérida. Y aquí estamos dando un ejemplo de lo que quiere Venezuela, porque no solamente la ciudad capital está viviendo los embates de la inseguridad y la escasez, si no que el resto de las regiones también pide a gritos un revocatorio», manifestó el presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad de los Andes-Mérida (ULA), Jorge Arellano.
Para el presidente de la FCU de la Universidad Central de Venezuela, Hasler Iglesias, la movilización popular de este 1° de septiembre fue la imagen de un país que «quiere avanzar en la defensa de nuestros derechos, y nuestro derecho es el referendo revocatorio».
Por eso, «hoy estamos teniendo una gran participación de estudiantes en esta marcha», agregó.
Violencia oficial
Así mismo, los voceros de la dirigencia estudiantil condenaron que la violencia impidiera que una representación más grande del movimiento estudiantil proveniente del interior estuviera presente en la movilización.
«Algunos de nuestros autobuses no pudieron ingresar a lo largo y ancho de las alcabalas que nos encontramos, y tuvieron que retornar a sus lugares de origen. Tenemos destrozos en algunas unidades causados por colectivos armados que atacaron anoche (miércoles) en el túnel de La Cabrera, a un autobús de la UPEL», explicó Orellana.
«Nosotros presentamos demasiados inconvenientes con la Guardia Nacional en todo el recorrido hasta Caracas. Nos llamaron ‘patrullas caninas’ porque supuestamente transportábamos drogas y explosivos», explicó por su parte Marcelo Oriega, presidente del Centro de Estudiantes básico de la UDO-Sucre.
Desde la entidad oriental arribaron a la capital alrededor de 300 jóvenes convocadas por la dirigencia estudiantil.
Las armas
Por otro lado, negaron las acusaciones del ministro del Interior y Justicia, Néstor Reverol, quien este viernes afirmó que los cuerpos de inteligencia del Estado han descubierto que algunas universidades autónomas estarían «escondiendo armas de guerra».
«El gobierno nacional está culpando a las universidades de tener armamentos, cuando realmente el pueblo de a pié sabe quiénes son los que tienen las armas y su control», advirtió Arellano.