El preámbulo de la toma de Caracas fue la construcción absurda, propia de un régimen totalitario, de un muro de contención para impedir que la inmensa mayoría del pueblo venezolano se hiciera presente en la capital de la república, para exigir multitudinariamente, como en efecto ocurrió, la realización del referéndum revocatorio al mandato presidencial de Nicolás Maduro, expresó el abogado Edgar Zambrano, diputado a la Asamblea Nacional como integrante de la representación del estado Lara.
Pero, este pueblo, que ha sido profundamente democrático y persistente en sus objetivos que se ha trazado, derrumbó ese muro.
Hubo una serie de impedimentos ordenados por el Ejecutivo Nacional a los organismos de seguridad del Estado.
Uno de ellos tenía la intención de evitar el traslado, por vía terrestre, de miles y miles de personas de distintos sitios del país hacia Caracas. Se instalaron alcabalas en diferentes puntos, para tratar de disuadir a los manifestantes que viajaban en automóviles; no se permitió que las empresas transportistas operaran sus unidades desde los terminales de pasajeros, incluso las que utilizan los denominados expresos; se dieron inicio a trabajos de reparación de carreteras, para desviar el tránsito automotor; y, en fin, hubo obstrucción.
Hubo personas de Carora que tuvieron dificultades para llegar a Chivacoa, en el estado Yaracuy, donde tuvieron que esperar más de cuatro horas para que les permitieran continuar su destino hacia Caracas.
Al mismo, fueron detenidos alcaldes y dirigentes políticos sin motivo alguno, para amedrentarlos.
Se prohibieron los sobrevuelos en Caracas de avionetas y de drones, porque el Gobierno estuvo temeroso de las imágenes que mostraran las enormes marchas de los manifestantes.
Pero, prevaleció la disposición de cambio que exige la población: una salida democrática y en paz.
Eso quedó ratificado en la mañana y comienzos de la tarde cuando ríos humanos inundaron las vías caraqueñas, expresando con alegría, banderas y pancartas, su deseo de que se haga el referéndum.
Una vez más, mediante el uso abusivo del poder, Maduro obligó a funcionarios y beneficiarios de programas sociales a concentrarse en la avenida Bolívar de la capital para pretender hacer ver que tiene apoyo su nefasto régimen.
Pero, esa gente no cree en sus ofertas engañosas, porque los que han venido apoyando a este régimen, los que viven en condiciones de pobreza extrema, están padeciendo la falta de alimentos y medicinas, como le está pasando también a quienes rechazan este modelo político y económico impuesto.
El rechazo se debe a que se está golpeando el estómago de millones de seres humanos y se le está negando la salud.
Nadie cree que el enemigo está afuera, ni tampoco que quienes piden el referéndum quieren sacar al Presidente porque les cae mal. No. El clamor generalizado proviene de la crisis ocasionada por este gobierno, que es enemigo del pueblo porque lo está haciendo sufrir.
Ahora vendrán más protestas, dijo el diputado Zambrano. Porque este pueblo está convencido de que el Gobierno no les va a resolver los problemas que el propio régimen ha ocasionado y son las consecuencias que su nivel de vida se haya deteriorado totalmente. Y así como en Caracas se dio demostración de que existe una unidad fuerte, se hará en el resto del país. Ahora las manifestaciones las haremos en todo el territorio nacional, porque no hay un rincón de Venezuela donde no se sienta el malestar y por eso estamos planteando una salida constitucional, democrática y electoral.
