Dos semanas después de obtener la medalla de plata en el salto triple de los Juegos Olímpicos de Rio, finalmente Yulimar Rojas pisó suelo venezolano, donde fue recibida por cientos de fanáticos que coreaban su nombre, en la sala de espera del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Caracas.
“Gracias Venezuela. Esta medalla se logró con mucho esfuerzo. Estoy feliz de poder llegar y recibir todo ese apoyo de ustedes, ahora vamos por la de oro en Tokio”, fueron las primeras palabras de la medallista olímpica, luego de ser recibida por Mervin Maldonado, ministro del Poder Popular para la Juventud y el Deporte.
Durante la final en el estadio Olímpico de Rio, la caraqueña compitió con molestias en su rodilla derecha, lesión que se produjo en el segundo intento en las semifinales, pero no le impidió que hiciera el segundo mejor salto de los juegos con 14.98 metros, detrás de la colombiana Caterine Ibargüen, que alcanzó 15.17.
Rojas tuvo una magistral temporada durante el 2016, en la que consiguió el campeonato mundial de la especialidad en pista cubierta y que cerró con el metal plateado en Brasil, donde protagonizó con la cafetera (Ibargüen), uno de los mejores enfrentamientos en esta disciplina deportiva, en la historia de los juegos. La saltadora criolla mantiene actualmente una lucha mano a mano con la cafetera Ibargüen, en la Liga de Diamante 2016 (LD), después de cinco fechas disputadas donde la criolla logró dos segundos lugares (Mónaco y Doha), un cuarto lugar en Marruecos y una séptima posición en Roma.
Con 30 puntos, Rojas ocupaba la tercera posición de la Liga Diamante, detrás de la kazaja Olga Rypakova, que acumula 46 unidades y Caterine Ibargüen, que encabeza la clasificación con un total de 92 contables. Lamentablemente la criolla deberá detener su participación en el prestigioso circuito, por decisión de su entrenador Iván Pedroso, para sanar las molestias en la rodilla. Sin embargo no se descarta su participación en la cita de Bruselas para el 9 de septiembre.