Invito a la noble lucha para seguir buscando sin descanso el bien común en nuestra patria, que jamás pase por nuestra mente el agotamiento del espíritu alma ni del cuerpo,
No hay tiempo para desanimarse ni mucho menos descuidar lo ya andado o de lo contrario debemos profundizar en la búsqueda de la verdadera paz, sin exclusión, ni caer en caminos equivocados que en nombre de la paz hacen lo contrario, cometiendo barbaridades que no alcanza ningún espacio para enumerarlos, haciendo pagar a quien no tiene culpas de pecados no cometidos ni nunca ha tenido en mente participar en destrucciones, sino lo contrario: aportar, hacer, construir, producir y compartir, ser un buen aliado y no una carga, ser un solucionador y no un buscaproblemas. Esa siempre ha sido la tarea de toda persona que ha tomado el trabajo y la productividad como una bendición de Dios.
No me gusta hablar de calamidades en un país tan rico como el nuestro, pero es imposible que los que buscamos ser parte de la solución y desearnos el bien unos a los otros pasar por alto tantas aberraciones, vejámenes día a día y preguntamos: Dios ¿qué pecado tan grande hemos cometido para haber llegado a esta desesperante crisis? Danos fuerzas y voluntad para que no existan esas diferencias tan marcadas que solo dividen y crean cada día mas odio. Eso jamás se había visto aquí, hasta las sonrisas se han acabado, el abrazo y el apretón de mano desapareció, da la impresión de que reina la desconfianza, se desconfía hasta de la propia sombra, en las conversaciones solo se habla de pobreza, de escasez, del tema de la delincuencia, de las comunicaciones y el discurso insultante que solo sirven de mal ejemplo a nuestro gran capital humano: la juventud, a la que se le ha quitado el derecho a desarrollarse, crecer moral, espiritual y económicamente. No creo que lo que estamos viendo sea el mejor ejemplo.
Por ello nuestras súplicas para que nuestro país unido vuelva a encontrar el rumbo de nuestra idiosincrasia y volvamos apostar por el crecimiento ético, moral, espiritual y que sirvan todas estas experiencias, para cuidar y velar más por lo que Dios nos regaló, aunque según Oscar Wilde: ”La experiencia es el nombre que todo le damos a nuestros errores”. No debemos perder jamás la esperanza que por difíciles que parezcan las cosas siempre tienen una salida airosa y que cuando reímos juntos todas las formulas sociales que nos separan se quedan por el camino.
Con urgencia el país necesita acción, compresión, tolerancia, creatividad, amor y unión. Einstein nos dejó un mensaje para recordarlo cuando dijo que «no podemos resolver los problemas recurriendo a los mismos, si lo que buscamos son resultados diferentes”.
Todos unidos por la pronta recuperación del país en todos los sentidos, pongamos en práctica este mensaje que nos dejo Leiwis D Simedi: “Desquitarse es el juego de los perdedores, es la frustración última porque nos deja con más dolor que el que sentíamos al principio”.
Ahora más que nuca el campo es la solución, unidos todos por el éxito y el crecimiento de la familia ganadera (Fedenaga).