La desidia se apoderó del Monumento al Sol. Esta escultura cinética se deteriora paulatinamente, sin la menor preocupación por parte de las autoridades municipales, regionales y nacionales.
La fisicromía radial en homenaje al Sol, realizada por Carlos Cruz Diez, Premio Nacional de Artes Plásticas (1983), fenece producto del más claro olvido e indiferencia.
En reiteradas oportunidades, la estructura ha figurado en diversos medios de comunicación, no por su majestuosidad, sino por la indolencia que lo adorna.
Basura, maleza y grafitis son algunos de los elementos que menoscaban la pieza, integrada por 32 planchas de hierro de 15 x 3 x 014 metros que en principio lucieron acabadas con pintura vinílica soldada, ensamblada y apernada sobre bases de concreto rectangulares y colocadas en un círculo de 80 metros de diámetro.
Se trataba de una obra de carácter transitable, en permanente transformación, abierta, participativa y lúdica. Hoy la obra simplemente se percibe desolada.
Este monumento, ubicado al noreste de Barquisimeto, en la redoma de Las Trinitarias, por donde se distribuye el tránsito automotor a través de cuatro canales, fue restaurado en 2003 como parte de un plan de rehabilitación urbana que ejecutó la Gobernación de Lara, sin embargo, desde hace 13 años, el desinterés ha venido haciendo mella en la obra.
Para artista como el maestro Esteban castillo, quien resiente lo que ocurre con su mural del Garabatal, no existe interés en preservar los símbolos arquitectónicos que atesora la ciudad.
“La misma suerte la está padeciendo la obra Monumento al sol del maestro Carlos Cruz Diez, es lamentable, lo urbano se descuida, falta una orientación hacia un proyecto del arte urbano, jardines, parques, paradas de autobuses y mejorar lo que ya está realizado”, esas fueron las palabras de Castillo, quien sugiere atender primero lo que tenemos antes de emprender otras iniciativas urbanas.
“Este patrimonio cultural muestra vestigios de anarquía y falta de atención gubernamental, que progresivamente deteriora la integridad física de una obra realizada por el artista venezolano uno de los más reconocidos en el mundo quien, seguramente, no estará orgulloso por las condiciones actuales de su creación”, reseñó EL IMPULSO en 2014.
Actualmente, esta realidad no ha cambiado. Los rayos del sol ya no lucen atractivos, por el contrario, la lluvia, ha deteriorado profundamente el hierro.
