Dos expresidentes de Colombia, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, se reunieron este jueves tras años de altibajos en sus relaciones políticas para rechazar el acuerdo de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla FARC.
«Toda la preocupación del peligro en Colombia de entregarle la patria a las FARC. Reflexionemos», dijo Uribe en un video divulgado en redes sociales en el que aparece junto a Pastrana, luego de reunirse en Bogotá.
«Coincidimos con @AlvaroUribeVel en NO a la entrega de Colombia, su justicia, sus instituciones a FARC. Y sobre Venezuela contra la dictadura», escribió por su parte Pastrana en su cuenta en Twitter.
Ambos exmandatarios se oponen al acuerdo alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), luego de casi cuatro años de negociaciones en Cuba para terminar más de medio siglo de conflicto armado.
Los colombianos deben pronunciarse sobre lo convenido en un plebiscito el 2 de octubre. De aprobarse, las FARC empezarán el proceso para convertirse en una organización política legal.
Uribe y Pastrana, que llaman a votar «No» en el plebiscito, estuvieron distanciados durante años, pero acercaron sus posturas recientemente con la oposición al proceso de paz y al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
«Todo el apoyo a la oposición democrática en Venezuela, todos los deseos para que la pesadilla castrista que trajo (Hugo) Chávez y que ha continuado Maduro que escala la violencia contra los derechos democráticos se supere en Venezuela», afirmó Uribe este jueves, mientras una marcha opositora masiva en Caracas buscaba exigir un referendo revocatorio contra el presidente venezolano.
Uribe prometió durante su gobierno (2002-10) una salida militar al conflicto armado colombiano, aunque también buscó dialogar con las FARC y otras guerrillas. Entonces, cuestionó la debilidad de su predecesor Pastrana (1998-2002) para negociar con «terroristas».
Pastrana impulsó fallidas negociaciones con las FARC, a las que otorgó 42.000 km2 en el sur del país para la concentración de los insurgentes. Ahora, el exmandatario ha considerado lo acordado entre Santos y las FARC como un «golpe de Estado», aunque inicialmente apoyó los diálogos iniciados en Cuba en 2012.
«A mí explíquenme cómo (Uribe) se sentó con el narcotráfico, con el cartel de Medellín y los paramilitares, y no le da la oportunidad a Santos de hacer un proceso con la guerrilla», dijo en septiembre de 2012.
Pastrana se refería a la desmovilización de paramilitares surgidos en los años 1980 para combatir a las guerrillas, un proceso realizado entre 2003 y 2006 por Uribe, a quien Pastrana acusó en varias ocasiones de simpatías con estos grupos.
Las críticas de los expresidentes al pacto de La Habana apuntan al sistema de justicia por considerar que los responsables de «delitos atroces» resultarán impunes.
Según el acuerdo de paz, quienes confiesen crímenes atroces ante un tribunal especial podrán evitar la cárcel y recibir penas alternativas. Si no lo hacen, y son declarados culpables, serán condenados a penas de ocho a 20 años de prisión.