En casi todas las esquinas de Barquisimeto estamos viendo a comerciantes informarles vendiendo auyamas, huevos, plátanos o cambures, que son los productos más accesibles para la dieta forzada que tenemos ahora los habitantes de esta ciudad, declaró Juan Infante, dirigente agrario de Copei.
Ya no hay una persona que no haya bajado de peso; pero, esta no es una situación que llene de satisfacción a nadie, porque lo que está ocurriendo es que la gente está desnutriéndose a cada hora por falta de alimentos balanceados y, por supuesto, por la escasez de los principales rubros de la canasta alimenticia.
Especialistas en nutrición están advirtiendo del futuro que les espera a nuestros niños, expuso Infante. La propia doctora Mercedes Pulido de Briceño, recientemente fallecida, a principios de este mes habló de la preocupación existente por este problema, ya que no existe la posibilidad de que haya un desarrollo integral en los niños que están creciendo.
Pero, lo peor es que ya hay infantes que se están muriendo en todo el territorio nacional porque sus madres no consiguen la alimentación adecuada y ellas no les pueden proporcionar ningún tipo de suplemento alimenticio, no sólo porque escasean, sino porque no tienen cómo comprarlos.
Aquí estamos viendo que ya las colas de personas para adquirir alimentos se están haciendo cada vez más largas, pero al final son afortunadas las que pueden conseguir uno o dos productos.
El campo venezolano está en situación deplorable porque, como todos sabemos, la política de este gobierno fue la de acabar con la producción al apoderarse, mediante decisiones arbitrarias y delincuenciales, de fincas en plena actividad que luego fueron dejadas en el abandono. Igualmente ocurrió con las agroindustrias. Y con la empresa que suministraba semillas e insumos para las cosechas.
Claro, que surgió la mayor corrupción con la importación de alimentos, en las cuales están metidos los llamados revolucionarios y militares que nada saben de agricultura y ahora son los generales los que se ocupan de los rubros. Pura pérdida.
