El candidato republicano a la presidencia estadounidense, Donald Trump, llegó a México este miércoles para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto, una cita duramente criticada por los mexicanos que no aprueban el discurso xenófobo del magnate.
Trump llegó «a las 13h09 locales (18H09 GMT) en un avión» que se colocó en el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, informó a la AFP Santiago Arguero, vocero de la terminal aérea.
Tras el aterrizaje, un fotógrafo de la AFP constató el despegue de un helicóptero presidencial, en el que se presume que el magnate salió rumbo a la residencia presidencial de Los Pinos, para entrevistarse con Peña Nieto y posteriormente ofrecer un mensaje a medios.
Con su sorpresivo encuentro con Peña Nieto, el magnate buscará revertir su desventaja en los sondeos con respecto a su contrincante demócrata Hillary Clinton, al intentar mostrar a su electorado que no es xenófobo pese a sus destempladas declaraciones contra los inmigrantes.
Pero Clinton volvió a la carga este miércoles durante un discurso en Ohio, al reiterar que su contrincante no tiene ni la experiencia ni la personalidad para asumir el control de la Casa Blanca.
«Se necesita más que intentar borrar un año de insultos e insinuaciones con una visita de unas cuantas horas a nuestros vecinos antes de volver a casa», fustigó.
Al arrancar su campaña, Trump causó un escándalo regional al afirmar que los inmigrantes mexicanos son violadores y narcotraficantes, que le quitan el trabajo a los estadounidenses y que hay que construir una nueva gran muralla a lo largo de los más de 3.000 km de frontera binacional.
Aunque Trump ha ablandado últimamente su postura al abogar por una política «justa y humana», los mexicanos no han olvidado la dureza de su retórica y lo esperan en Ciudad de México con manifestaciones de rechazo en el emblemático Ángel de la Independencia.
La visita de Trump a México ocurre el mismo día en que celebrará un mitin en Arizona (estado fronterizo con México) en el que debe referirse a su posición sobre los inmigrantes indocumentados.
Estados Unidos es el principal socio comercial de México y se estima que en Estados Unidos viven unos 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos mexicanos que migraron obligados por la necesidad de encontrar un empleo que les permita subsistir y enviar dinero a sus familias.