“Yo pido al Gobierno, al ente competente, que dote este hospital de médicos especialistas e insumos, porque acá todos los días están muriendo personas. Tengan piedad, son humanos y nos duelen”, expresó Angela Fiore.
Hacía referencia al caso de su cuñado, Argenis Bracamonte, de 48 años de edad, quien falleció a las 9:00 de la mañana de ayer en el Hospital Central Antonio María Pineda.
La dama relató que Bracamonte se encontraba junto a su hermano en tierras ubicadas en Peña Lara, en el sector Gamelotal, perteneciente al municipio Simón Planas. Los hombres recogían maíz, cuando a Argenis lo mordió una culebra macaurel en su pantorrilla izquierda.
De inmediato fue trasladado a la emergencia del Hospital Central AMP. Apenas fue recibido en el centro asistencial le aplicaron cinco sueros antiofídicos y al siguiente día cinco más.
Mientras Bracamonte se mantenía en la emergencia pasaban distintos médicos residentes quienes lo observaban. Posteriormente fue ubicado en la cama 2 del área de Observación de Hombres. Asegura Fiore que continuaba el desfile de médicos “no graduados” y todos tenían una opinión distinta respecto al caso. Relata que cada uno de los médicos indicaba un antibiótico y horas después lo cambiaban por otro. “Estaban experimentando a ver cual le hacía efecto o le servía”, manifiesta Fiore.
La dama contó que su cuñado nunca mostró mejoría; por lo contrario, su pierna iba empeorando y se ponía morada.
La tarde de este lunes un especialista lo observó y preguntó a los residentes si el caso había sido notificado a un cirujano, a lo que contestaron que no. Explicó el galeno que debía ser intervenido “de inmediato”.
La falta del kits quirúrgico y de la anestesia fue uno de los impedimentos para que Bracamonte fuera llevado a pabellón ese mismo día. Aunque sus familiares trataron de ubicar lo pedido no lo encontraron. Este martes nuevamente iniciaron la búsqueda, pero fue en vano, porque les avisaron del fallecimiento de Bracamonte.
La dama asegura que en el centro asistencial no existen implementos, no cuentan ni con guantes. Enfatiza que la falta de médicos especialistas e insumos llevó a la muerte a este paciente. Indicó que una doctora le confesó que a diario en el Antonio María Pineda mueren personas a consecuencia de esa situación.
La víctima fatal estaba residenciado en el sector San Antonio de Tamaca, al norte de la ciudad.
Este hombre deja huérfanos once hijos, dos de ellos menores de edad: el último tiene apenas un año.
Se ganaba la vida como empleado del mantenimiento de un centro comercial, en el centro de la ciudad.