Autopistas y carreteras muy vigiladas, obstaculizadas, con tanquetas, barricadas y alambres de púas, camiones atravesados para impedir el paso, requisas innecesarias y absurdas, pero nada de eso ha impedido la decisión firme y desafiante que los ciudadanos tienen de ir a Caracas a la toma de esa ciudad para ejercer el más limpio y noble derecho democrático, solicitar al ente comicial competente, que convoque un referendo revocatorio parapreguntarle al pueblo, al soberano, del que este gobierno en su infinita hipocresía tanto se valió para materializar su desmedido proyecto de poder y su deseo de eternizarse en el mismo, si desea que continúe gobernando el país Nicolás Maduro.
Ese mismo pueblo, ese soberano, le ha dado la espalda al régimen chavista-madurista porque ahora lo ha llegado a conocer muy bien. Este es un régimen autoritario, antidemocrático, ineficiente, profundamente corrupto, inescrupuloso, acusado de haber cometido, presuntamente, los más escandalosos delitos que se conocen en el mundo, habiendo abandonado a los venezolanosen sus más elementales necesidades. Por esa razón, una gran mayoría desea revocar el poder a Nicolás Maduro, lo cual es una decisión perfectamente ajustada a la Constitución Nacional y por tanto de gran aliento democrático. A esta decisión, el gobierno con un gran temor, la califica de golpista y desestabilizadora. Deseamos revocar porque creemos en la democracia y la institución del referendo nos lo permite. Ellos fueron los propulsores, ahora descubrimos que sin la menor sinceridad, del referendo revocatorio y a todo el que ha solicitado su activación, tanto en 2004 como ahora en 2016, ha sido perseguido y destituido de sus cargos públicos, sin importar lo que dispongan las leyes respectivas.
En esta oportunidad la saña ha sido aún mayor. No solo se ha perseguido y destituido a quienes firmaron, sino que jóvenes inocentes, prístinos en su conducta y llenos de ilusión libertaria,están siendo encarcelados, acusados de los más insólitos delitos, convirtiéndolos, por cierto, en héroes, que sin duda lo son. Ceballos es un héroe, Ledezma también lo es, ahora Goicoechea de quien hace tiempo no sabía nada, los que permanecen en la tenebrosa Tumba de El Helicoide, y no digamos Leopoldo López y Simonovis, quienes tendrán un alto sitial en la historia de Venezuela, sitial que no tendrán, por cierto, los más altos personeros de este régimen. Este 1° de septiembre Venezuela demostrará que no es apática. Al contrario, demostrará que tiene un alto grado de conciencia de lo que le ocurre. Sus mejores hijos se están inmolando, mientras los peores la están gobernando. Eso me recuerda al poeta Andrés Eloy Blanco en su Canto a los Hijos, “Venezuela, que el hijo vil se le eterniza adentro y el hijo grande se le muere afuera.” Hoy el régimen sacrifica al hijo grande por luchar por su Patria. Días decisivos pues.
De lo que ocurra este 1° de septiembre van a depender el regreso de la amada libertad que tanta sangre nos ha costado siempre a los venezolanos.