Ante la crisis humanitaria que hay en Venezuela, la Mesa de la Unidad Democrática ha propuesto varias opciones para hallar la salida pacífica, democrática y Constitucional del presidente Nicolás Maduro.
Tras un acuerdo dentro de la coalición opositora, decidieron que el Referendo Revocatorio es la vía más rápida y segura, por lo que luego de cuatro solicitudes realizadas al Consejo Nacional Electoral, el organismo aceptó y llamó a la recolección de 1% de las firmas de todas las personas que conforman el Registro Electoral, lo que corresponde a 195.721 voluntades.
La recaudación del 1% inició el pasado 27 de abril en todo el territorio nacional. La cifra alcanzada por la MUD fue de más de dos millones de estampas. Las mismas fueron consignadas el 2 de mayo.
Una semana más tarde, una comisión del Gobierno nacional, encabezada por Jorge Rodríguez, denunció fraude de firmas, debido a que según sus estudios, había rúbricas duplicadas, e incluso de personas fallecidas.
La oposición venezolana contó con cinco días para que los ciudadanos fueran a verificar sus firmas, los cuales se hicieron mes y medio más tarde, entre el 20 y el 25 de junio. Cabe destacar que el CNE solo habilitó 600 mil personas para que validaran. El número de huellas digitalizadas fue de 409.313.
El primero de agosto, la presidenta del ente comicial, Tibisay Lucena, luego de múltiples movilizaciones y concentraciones por parte de la MUD durante el mes de julio, anunció que fue superada la primera etapa del proceso, y comentó que la coalición opositora contaba con un lapso de tres días para solicitar la siguiente fase, la recolección del 20%.
Solo pasó un día para que dirigentes políticos consignaran dicho documento. Sin embargo la máxima representante del CNE comentó que la fecha para la recolección se publicaría para la mitad de septiembre, mientras las autoridades estudian la logística de la misma.
Según el organismo, la recolección de las firmas sería a finales del mes de octubre, y el Revocatorio quedaría para el mes de marzo, pero de acuerdo a lo establecido en la Ley, de celebrarse en 2017, Saldría Nicolás Maduro pero su cargo lo tomaría el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz.
Es por este motivo que el pasado 6 de agosto, el dos veces candidato a la presidencia, Henrique Capriles, en compañía de miembros de la Mesa de la Unidad, anunciaron para el próximo primero de septiembre, un movilización masiva denominada “La Gran Toma Caracas”, para exigir al ente electoral que agilice el proceso de activación del Referendo Revocatorio, que a su juicio, podría realizarse fácilmente para el mes de diciembre, utilizando la logística de las elecciones Parlamentarias de 2015.
Tras el anuncio de la “Gran Toma Caracas”, grupos de personas de diferentes partes de Venezuela han decidió emprender una caminata hacia la capital para participar activamente en la marcha.
Desde grupos indígenas a médicos, personas con discapacidad, jóvenes y adultos, son quienes a partir del 20 de agosto, tomaron sus previsiones para llegar a tiempo a la Caracas.
Por su parte, el Gobierno nacional ha anunciado también una movilización en Caracas para el 1° de septiembre, con el objetivo de “defender la paz”. Asimismo han establecido cientos de puntos de control y alcabalas en las principales carreteras del país, se cancelaron los vuelos comerciales y privados en todo el territorio nacional durante una semana.
El pasado martes, la MUD anunció los tres puntos de llegada en Caracas, al tiempo en que exhortaron a los ciudadanos que se les impida el acceso a la capital que manifiesten su voluntad desde los lugares en que se encuentren.
Dirigentes de la oposición esperan una participación masiva para el próximo 1° de septiembre, y están convencidos que para este día será “el inicio del fin” del Gobierno del presidente Maduro.
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