Antes que Hugo Chávez quebrara PDVSA, nuestra estatal petrolera, ejemplo de productividad y desempeño en el mundo, producía 2.500.000 (dos millones quinientos mil) barriles de petróleo por día.Durante 15 años, el precio medio del barril de petróleo estuvo ubicado en 100,00 $/barril. Eso quiere decir que a nuestro país le ingresaron $ 1.368.750.000.000,00 (Un Billón trescientos sesenta y ocho mil setecientos cincuenta millones de dólares). Supongamos que la gran misión vivienda Venezuela construyo, de verdad, un millón de casas. A razón de 50 mil dólares por casa, tendríamos una inversión estimada de $ 50.000.000.000,00 (cincuenta mil millones de dólares). Si en realidad regalaron 2 millones de computadoras canaimitas. Exagerando su costo a razón de 200 dólares c/u,entonces tendríamos una inversión estimada de $ 400.000.000,00 (cuatrocientos millones de dólares). 2 millones de pensionados a razón de $ 7.500,00 por año, serían $ 225.000.000.000,00 (doscientos veinte y cinco mil millones de dólares).
Estos tres “logros” revolucionarios suman apenas $ 275.400.000.000,00 (doscientos setenta y cinco mil cuatrocientos millones de dólares). Esta cifra representa apenas el 20% de los ingresos petroleros durante 15 años. Si consideramos que el 60% de nuestros ingresos como país provienen del impuesto sobre la renta y el IVA. Es decir lo pagamos nosotros; entonces Hugo Chávez y su revolución se bailaron $ 2.190.000.000.000,00 (Dos Billones ciento noventa mil millones de dólares)…
Cuando analizamos estas escalofriantes cifras y vemos el resultado derivado de semejante desproporción histórica, entendemos que nuestro pueblo fue literalmente engañado en su buena fe, con una matriz mediática muy bien manejada que proyectaba un supuesto bienestar transitorio, producto del regalo de dinero directo a los sectores populares mientras se consolidaba el proceso de corrupción de las estructuras del estado, y con ello, la destrucción de nuestra economía mediante la aplicación de la receta de Fidel Castro de confiscar y eliminar los medios de producción para acabar con los sectores de la población pertenecientes a la clase media y profesional.
Estos regalos y los espejismos publicitarios de los “logros revolucionarios”, derivaron en no menos de 18 elecciones consecutivas ganadas contundentemente por Hugo Chávez y su agenda de saqueo nacional. “Así…Así… Así es que se gobierna”… fue el grito delirante de un pueblo escultor de su propia destrucción. Confiaron ciegamente en Hugo Chávez y se volcaron a apoyar sus iniciativas de exterminio de las empresas privadas. Para el año 1.998, había en Venezuela 17.000 empresas productivas. Hoy, en 2.016, quedan operando, a un tercio de su capacidad de producción, 4 mil. Además, el cuadro de destrucción de las líneas básicas de servicios públicos y las empresas básicas de Guayana, indican el resultado catastrófico de 18 elecciones ganadas con el apoyo mayoritario del pueblo venezolano…
Mis comentarios:
.- Es obvio que el país merece lo que tiene. Dieciocho (18) elecciones votando por sus verdugos, raya en masoquismo colectivo…
.- Se robaron el país y pusieron a pasar hambre a todos los que votaron por ellos…
.- Ya basta. Es hora de tomar Caracas el 1ro. S, para exigir una salida democrática que nos permita reconciliarnos como venezolanos…
Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra; mas cuando gobierna el impío, el pueblo gime…(Proverbio 29:2)