San Josué, el Profeta Josué fue el designado por Moisés como su mano derecha durante el Éxodo y quien como su sucesor culminó la travesía de cuarenta años del pueblo de Dios para llegar a la tierra prometida luego de cruzar el Jordán.
Josué acompañó a Moisés mientras este recibía las tablas de los Diez Mandamientos, le aguardó a cierta distancia y bajó con el del Monte Horeb enfrentando a quienes deseaban regresar a Egipto y bajo las instrucciones de Aarón habían construido un becerro de oro para inventarse un líder que los llevara nuevamente a la esclavitud y el conformismo. Olvidando que el peregrinaje con todos sus padecimientos era un laberinto de expiación por la culpa de tomar malas decisiones en el pasado.
Luego de conjurada la debilidad y continuada la marcha hacia adelante Josué se erigió en el gran líder guerrero que obtuvo importantes triunfos militares, como la vez que le pidió a Dios que alargara el día para vencer a sus enemigos en Gabaón y el memorable sitio de Jericò, ciudad amurallada y de altas torres que cayeron al ser tomada la urbe por los cuatro costados con pacificas vueltas alrededor portando el arca de las leyes, la Constitución del pueblo de Israel.
Los católicos celebramos el día de Josué este primero de Septiembre y lo hacemos con la convicción y la fe de que todo lo podemos lograr si en colectivo asumimos las leyes y la perseverancia con el coraje de los luchadores, que no debemos lamentarnos de las esperas y las injusticias porque todo tiene su tiempo según los lapsos de Dios y que en el momento oportuno, en un solo dia,un largo día como el de gabaon,podemos derribar las murallas que impiden el camino hacia la tierra prometida, el poder arribar a un futuro de paz, tranquilidad y bienestar.
Durante el Éxodo el pueblo paso hambre y sed, se mantuvo a duras penas gracias a las providencias divinas y aunque hubo deserciones y ataques, sus líderes se fortalecieron bajo el estimulo de las palabras sabias de los voceros de Dios.”No tengáis miedo a los tiranos, ellos son solamente hombres”. No tengamos miedo y veremos caer los muros que nos oprimen y nos dividen. Cayó el Muro de Berlín y actualmente Alemania es la nación más poderosa de Europa y una de las economías más consistentes del mundo.
Este primero de Septiembre es día de Josué, es un día en el cual debemos acudir al ejemplo del pueblo de Dios durante el Exodo, marchemos con fe, alegría y la profunda seguridad anímica de que nadie podrá detenernos en el camino de alcanzar la vida buena que Dios promete a la gente que persevera en el cumplimiento de las leyes morales. El primero de Septiembre es un día para demostrar que la unidad, la tenacidad, el amor y la paz, son más fuertes que las murallas, las amenazas y cualquier ejercito que pueda anteponerse a nuestra lucha por la libertad, la dignidad nacional y el tener un país donde el trabajo sea el pedestal que soporte la solidaridad humana que de ahora en adelante debe convertirse en noma básica de coexistencia. Este primero de Septiembre es día de Josuè, es día de victoria, es día donde el pueblo como un gran ejercito de paz cruzará el Jordán de sus miedos para entrar alegre al futuro de armonía que todos nos merecemos.
