Son pocas cosas las que mejoran como el tiempo, especialmente si se trata de grandes infraestructuras que se dejan en el olvido hasta que llega una ocasión especial o se emprende un proyecto de recuperación, cosa que muchas veces genera un gasto mucho mayor y por supuesto, más tiempo.
En este caso, los camposantos de la ciudad no son la excepción. Si bien estos se han visto beneficiados desde hace aproximadamente un mes, cuando la Alcaldía del Municipio Iribarren se dispuso a realizar mantenimiento, teniendo previsto la mejora de los mismos para recibir a los familiares que visitarán a sus seres queridos los primeros días de noviembre, aún queda mucho trabajo por hacer.
“Antes no podíamos ni ver la avenida, ahora por lo menos cortaron el monte y le echaron veneno para evitar que crezca y ya mejoró bastante”, aseguraron algunos trabajadores del cementerio del oeste. Este terreno cuenta con 27 sectores, según lo informado por los laboristas, de los cuales solo cinco han sido podados. “La cuadrilla que había la trasladaron a Santa Rosa que es más pequeño, cuando terminen allá regresan”.
En el recorrido realizado se pudo ver que ciertamente el último mencionado ha mejorado sus instalaciones, pero no faltan aquellos focos de atención como el hecho de que las estructuras realizadas en algunas tumbas sean usadas para guindar ropa, así como lugares de descanso para algunas personas que venden en los cementerios o vagabundos que mantienen en dichos lugares, haciendo uso de los templos para reposar.
Un irrespeto se considera el hecho de se tomen estas áreas para dormir e incluso habitar, lo que hace preguntar: ¿qué tipo de supervisión hay en los cementerios municipales?
Por su parte, el camposanto de Bella Vista muestra una mejora innegable en lo respecta a la estética exterior, pero una vez que se hace entrada al amplio recinto es como trasladarse a una película de misterio, en donde las lápidas se confunden entre la maleza que sigue imperante.
Las mismas familias deben acudir a hacer el mantenimiento al área en que se encuentre su ser querido, con cepillo en mano, agua y jabón algunas damas aprovechan de limpiar para evitar que se vuelva parte de las numerosas tumbas que parecen no tener dolientes.
Asimismo, los cementerios del municipio van quedando cada vez más pequeños, en semanas anteriores se tuvo conocimiento de la realización de al menos dos nuevos camposantos, uno aparentemente tendrá ubicación en Pavia, mientras que el otro se hará en El Cují. Esperando que estos tengan un mantenimiento constante para evitar el deterioro.
