Con casi 3000 bodas en su historial y el premio de oro 2015 en el Px3 Paris Photography, este caraqueño de 38 años descubrió el apasionante mundo de la fotografía, siendo apenas un adolescente y asegura se sentiría triste de no practicar esta actividad, porque adora su trabajo. En diciembre de 2015 decidió cerrar su agenda en Venezuela, para emprender un nuevo camino en Estados Unidos junto a su familia. Hoy, residenciado en la ciudad de Miami, nos contó algunas vivencias de sus impresionantes sesiones y un poco de su vida tras los lentes y flashes…
Descubriendo la profesión
Con una infancia feliz pero sin grandes lujos, este soñador hijo único fue criado por su madre en Caracas, siendo un niño bueno pero “muy travieso”. Un día, realizó un viaje con la familia de un amigo hacia el Embalse de Camatagua y el papá de su compañero llevó una cámara, a la que Domingo no pudo posar porque “quería siempre tomar las fotos”; para él, que desde pequeño había admirado la magia, ver una foto revelada era lo más parecido. Así, fue como inició su aventura que formalizó sin saber desde los 15 años, por “la viveza criolla de un amigo”, cuando le pidió que lo ayudara como asistente durante una boda y le pagaría 600 bolívares si le permitía dormir en su casa, ya que vivía en Los Teques y no quería viajar en horas de la madrugada. Su madre lo permitió y cuenta que siguió realizando ese trabajo con una compañía hasta los 20 años, cuando decidió realizar un curso básico de fotografía dictado por Miguel Ángel Álvarez, a quien comenzó a asistir en sus trabajos. Tiempo después, durante un evento social en Maracaibo, tuvo el privilegio de conocer a excelentes profesionales del lente como Tamara Quijada y Marcos Mancera, quien ese día le dijo que conocía su interés en trabajar pero sabía que no tenía dinero, entonces Domingo dijo… si ese ¡soy yo! Así fue como luego de una reunión, comenzó a trabajar y aunque solo se encargaba de llevar las fotos a los clientes, se sentía feliz pues ya estaba conectado con excelentes personas del medio.
Tuvo varias etapas universitarias como alumno y docente, en carreras distintas. Estudió cuatro semestres computación pero poco a poco entendió que programar no era lo que más le encantaba y le informó a su mamá que no quería seguir estudiando, cosa que fue muy preocupante para ella, una mujer muy trabajadora que siempre luchó por brindarle lo mejor en su infancia y pese a que no le molestaba la idea de ver a su hijo tomando fotos, Domingo cree que lo entendía como un hobby para ganar dinero. Sobre su etapa de maestro, años después fue profesor de fotografía en la Universidad Santa María durante dos años.
Una vida envuelta en fotos
Con alegría recuerda que compró su primera cámara dañada y que tuvo que hacer varios meses de asistencia para pagar sus primeros flashes, pero con el tiempo fue evolucionando, salió del país a hacer varios trabajosy eso le permitió observar una gran cantidad de fotógrafos que son excelentes en su área; por eso considera: “Para ser fotógrafo hay que tener inspiración y ser humilde porque este es un trabajo estable con picos de niveles altos y bajos”.
Cuando Domingo piensa en su equipo de trabajo, recuerda muchas personas que lo han acompañado en el camino y ahora han tomado su propio destino al éxito. Entre algunas que quiso plasmar están: Pedro Guzmán (España), Carlos López (Uruguay), Gustavo Ledezma, Manuel Rodríguez (Australia), Joel Vásquez encargado del estudio en Caracas; cada uno con su personalidad y distintas visiones de la fotografía, sin dejar de mencionar a su profesor Mancera. Ahora, cuando se trata de los acompañantes en una sesión de fotos de sus trabajo presente (Estados Unidos), se refiere a dos asistentes a quienes trata de enseñar como sus maestros hicieron con él.
Aventurando
10 en Canaima y 2en Roraima. Considerado “medio hippie”, porque le gusta el contacto con la naturaleza y prefiere tener un pasaporte lleno de sellos que una casa llena de cosas, recuerda de tantos viajes que ha realizado a estos destinos, una particular anécdota en Kavac, las cuevas de Canaima, donde fue con “un gentío”. En medio de la sesión de fotos comenzó a llover y el agua a entrar en la cueva; Domingo preocupado por conseguir la foto correcta entre el viento, el agua, el flash y lo pañoso del lente, no se percató de su alrededor hasta que Mancera le gritó que debían irse porque el lugar ¡se estaba inundando! Fue en ese momento cuando notaron que los guías habían salido y recogiendo los equipos les gritaron que se aferrarán a las paredes para que ¡no los llevara el agua! Aunque fueron momentos de gran temor ahora pertenecen a sus mejores historias de tantas vividas. La primera vez en Roraima viajó en helicóptero con una pareja un año después de conocerlas y alucinó tanto con el sitio que volvió dos años después a repetir el viaje caminando. Cabe acotar que además de novios, madres embarazadas y quinceañeras han sido fotografiadas por él en esos espectaculares destinos que fueron propicios para estrenar su drone.
Bajo el agua. La primera vez en tomar fotos bajo el agua fue en el año 2007 cuando introdujo la cámara en una bolsa transparente para hacer una prueba que salió “terriblemente mal” pero fue su primera incursión. Después empezó a bucear y adquirió el equipo subacuático con el que ha capturado hermosas escenas. Reveló que su próxima hazaña estará relacionada con tiburones.
El plano favorito
“Enamórate de tu novia” es una frase que Domingo aplica, intentando captar algo de esa persona que el futuro esposo haya visto, explicando que siempre hay detalles particulares como la sonrisa, la mirada o las mejillas, contando que el día de la boda es un momento de plena exposición y cuidado para la novia por el significado que tiene en ese momento del matrimonio, desde como camina, se viste o sonríe. “Es el día para estar como la princesa” y considera al rostro como el punto focal, por eso el close up es su plano favorito.
En el mundo de la fama
Aunque en reiteradas oportunidades dijo “no ser farandulero”, la dedicación de Domingo lo ha acercado a personas influyentes en la televisión y el espectáculo. Entre ellos, cuenta con emoción su primer trabajo con alguien que admira del mundo de la radio. Se trata de IgoneKintana una locutora que formó parte del único programa que sintonizaba; así que cuando recibió su llamada para ser el fotógrafo de su boda sintió admiración y un cariño muy especial. Con los actores Sabrina Seara y Daniel Elbittar, le ocurrió un caso particular porque “no sabía que eran famosos”, ya que primero realizó las fotos a la hermana de Sabrina, Tatiana Seara y los conoció como personas muy simpáticas hasta que al entrar en las redes sociales, para hacer su respectivo seguimiento previo a la boda, notó ese detalle. Ahora viviendo en Estados Unidos, Domingo viaja a Venezuela por compromisos específicos, como en octubre para cubrir la boda de Rosmeri Marval y Aran de las Casas, a quienes quiere “secuestrar un rato” para alejarlos de la fama y conocer un poco su intimidad como pareja.
Presente y futuro
Siendo alguien admirado por las novias y embarazadas, que en su mayoría son sus tipos de modelos, asegura que no le gustan sus fotos. “Si me preguntas cuantas fotos me encantan te diría que unas 15” y como no todo es perfecto, reveló que la parte menos divertida es el tiempo desde que terminan las fotos familiares y llega el cotillón en la boda…”son las dos horas en que no hago nada”. Ahora, viviendo en Miami, ha disminuido su agenda de 12 a 14 bodas en Venezuela al mes, a unas cuatro, lo cual le permite compartir más tiempo con su familia y disfrutar a su esposa e hijos.Antes de concluir, fue inevitable preguntar ¿Quién tomó las fotos de tu boda? A lo que respondió: “en mi matrimonio habían 12 fotógrafos invitados, Marcos Mancera fotografió a la novia y era también el padrino de la boda”.
Brevemente…
Que te define: loco
Inspiración: la mujer
Lina: familia
Mateo: llanto… fue lo primero que pensé (risas)
Mia: mia
Lugar favorito: Roraima
Destino por conocer: Capadocia
Sesión soñada: Roraima
Por fotografiar: Henrique Lazo y Joaquín Sabina (cruel para las novias)
Un fotógrafo por conocer: Patrick Demarchelier
Hobby: bucear
Confesión: quise ser cura (en serio)
Futuro: no me veo haciendo cosa