La crisis económica que sufre el país es artificial, producto de crasos errores para proteger a corruptos, cadivistas, contrabandistas, aprovechadores y caza-rentas tradicionales. Opinión en tal sentido emite el economista Felipe Pérez Martí, ministro de Planificación de Hugo Chávez entre 2001 y 2002, al ser entrevistado para EL IMPULSO.
Revela que ya hay encuentro entre profesionales de la economía que están llegando a un acuerdo para un plan destinado a enfrentar esa crisis cuando, tras el referéndum revocatorio, concluya el mandato de Nicolás Maduro.
–Pero, ¿no cree que Maduro esté atornillado por los militares y el Tribunal Supremo de Justicia?
-Los militares son pragmáticos. Siempre lo han sido. Van a jugar a ganador. Al mismo tiempo, nadie cree en el TSJ. Es totalmente ilegítimo y todos sabemos, incluso los chavistas, que lo que está haciendo es ilegal, contra la Constitución.
-Sin embargo, los radicales del chavismo dicen que no habrá referéndum y que se mantendrá en el poder hasta el fin de su mandato.
-El PSUV sabe que Maduro en el poder es un lastre para el futuro de su movimiento: no van a poder aspirar a ninguna alcaldía, gobernación o representación en la Asamblea Nacional. Maduro los está desgastando políticamente. Los lleva al naufragio. El chavismo, no enchufado, está pasando hambre. Y marchará este primero de septiembre porque dice: “si este hombre sigue nos vamos a morir en dos años”. Si Maduro fuera racional ya hubiera renunciado. Cuando se pierde el apoyo de la gente, como en este caso, se renuncia o cohabita.
-¿Cuál es la salida a la crisis?
-Que salga Maduro. Es que hasta los chavistas quieren que se vaya. No hablemos de la MUD, oposición o empresarios. Es toda la mayoría. Yo tengo una apuesta a que sale este año.
-¿Cómo levantar la economía, acabar con la hiperinflación, las colas que hace la gente para conseguir algo que comer?
-Hay mucha gente que dice: “esto está muy mal. Pasarán muchos años para que haya un cambio”. Eso es falso. Esta es una crisis política económica artificial. Se debe a errores crasos, que han sido diseñados para proteger a corruptos, cadivistas, contrabandistas, aprovechadores y cazas rentas tradicionales. Venezuela no es Cuba, ni Haití. Se necesitan tres cosas: liquidez, solvencia y confianza.
Necesitamos de 35 mil a 40 mil millones de dólares, que pueden ser del Fondo Monetario Internacional o de los mercados internacionales. Esto es como si alguien tiene un proyecto para su empresa y acude a un banco, que le concede el préstamo si determina que realmente es bueno. Tenemos mucho potencial para llevar a cabo un programa que debemos aplicar los economistas. De hecho nos estamos organizando y limando asperezas.
Estamos de acuerdo Ricardo Hausmann, Francisco Rodríguez, Orlando Ochoa, la Academia de Ciencias Económicas, docentes de la Universidad Católica Andrés Bello y otros. Ya hay un consenso muy grande.
-¿Qué proponen?
-Cerrar la brecha fiscal, que tiene seis años seguidos con más de diez puntos del Producto Interno Bruto, lo cual es totalmente inaudito. Hay que cerrar la emisión de dinero sin respaldo. Hay que dejar de darle dinero de modo irresponsable a cierta gente. Realizar un ajuste cambiario. Tiene que ser revisada la política energética. Con todo esto se puede coger de 11 a 17 puntos del PIB. Con la eliminación de importaciones subsidiadas del Gobierno se pueden lograr 3 o 4 puntos del PIB. Igualmente eliminar Petrocaribe y el suministro de petróleo a Cuba. Establecer las transferencias directas a través de los bancos, para evitar la corrupción. Estabilizar el tipo de cambio con un solo tipo. Se frenará en seco la inflación. Entonces se va a generar un mundo de crédito bancario porque los bancos van a empezar a intermediar. Este proceso tiene que ser gradual.
-¿Y dónde dejamos la política?
-Tiene que ser una política de centro izquierda moderada. No se puede abandonar a los pobres. Tiene que haber un nuevo pacto, como el de Punto Fijo, donde entren los chavistas, porque de lo contrario no habrá gobernabilidad.
-¿Por qué un nuevo pacto?
-Si no se firma un pacto entre las diversas organizaciones políticas para desarrollar el programa económico que necesita Venezuela, quien llegue al poder, sea Henrique Capriles o Henry Ramos Allup, para mencionar a dos aspirantes, no va a poder gobernar con tranquilidad porque tendrá una férrea oposición, ya que los problemas que tenemos hoy no se van a resolver de la noche a la mañana. Habrá que aplicar un shock al paciente, que es Venezuela, comenta Pérez Martí. El gobierno que venga tras la salida de Maduro tiene que ser de unidad nacional. Claro, que hay que salir de los recalcitrantes, pero no se puede obviar que una gran cantidad de personas, aunque sea el 20 por ciento que todavía sigue siendo chavista, tiene derecho a hacerse sentir.