Con una mirada sostenida con poco parpadeo, de manera elocuente, su característica trenza en el cabello y la infaltable franela blanca estampada con la cara de su esposo Leopoldo López, Lilian Tintori sostiene que no se arrepiente de la decisión que tomó el líder opositor en febrero del 2014 cuando se entregó a las autoridades que lo acusan de instigación pública y daño a la propiedad, entre otros delitos, y que lo han mantenido durante más de dos años tras las rejas.
Y es que, aunque dicho evento ha significado para ella y sus hijos una separación familiar injusta como también sufrida, asegura que el accionar de López ha logrado su objetivo: “desenmascarar al régimen de Nicolás Maduro ante el mundo”.
En exclusiva al diario EL IMPULSO, la madre de Leopoldo Santiago y Manuela Rafaela, contó que las desagradables experiencias vividas como abusos de funcionarios de la Guardia Nacional, persecución, campañas de desacreditación, entre otros ataques a su persona, no han sido cosa fácil de sobrellevar pero “el amor” que tiene por el país evita que su perseverancia decaiga, “no podría dormir si no hago esto”.
-Luego de todo por lo que han pasado tú y tus hijos, ¿sigues creyendo que fue buena decisión de Leopoldo la de entregarse?
-No nos arrepentimos. Leopoldo es un servidor público que ama Venezuela y tiene un compromiso con cada uno de los venezolanos. Es el único político que ha recorrido todos los municipios, todos los pueblos, se conoce todos los caseríos del país y precisamente por el compromiso que asumió con todas las personas que tocó, él se entrega.
No se arrepiente, se lo he preguntado esta última semana porque lo han torturado en la cárcel militar. Yo tampoco, volvería a casarme con Leopoldo, volvería a recorrer el mundo por la libertad de los presos políticos, volvería a recorrer Venezuela como lo estoy haciendo porque esta lucha es moral, espiritual. Estoy dedicándome a esto porque de ello depende la libertad del país, hoy rescatar la democracia es salvar el futuro de mis hijos.
-¿Cuánto tiempo le dedicas a la defensa de los Derechos Humanos?
-El 100%. Yo vivo para rescatar la libertad de los presos políticos y la de Venezuela, me dedico a denunciar las violaciones de Derechos Humanos que hay en Venezuela, en todas las instancias nacionales e internacionales y lo vamos a seguir haciendo hasta recuperar los derechos de los venezolanos.
-¿Cómo haces entonces para no abandonar tu faceta de madre?
-De mamá y papá, me está tocando criar a mis hijos en esta dificultad, su padre no está y su mamá trabaja mucho. Ellos entienden que estoy luchando por la libertad de su papi y creo que ése es el mejor ejemplo que podemos darle a nuestros hijos, que ante una dictadura no nos quedamos callados sino que nos rebelamos, damos la cara con valentía y con respeto porque no creemos en el odio, ni en el rencor, no creemos en la venganza, al contrario queremos llenar a Venezuela de amor, de esperanza y fe.
Cuando me pongo muy triste pienso en las madres que están solas porque les mataron a su esposo o porque asesinaron a sus hijos, hay miles de venezolanos y familias separadas por el hampa y por el exilio, por la injusticia.
-¿Cómo es el día a día de tus hijos sabiendo que su padre está preso? ¿Están recibiendo ayuda psicológica?
-Al principio fue muy duro porque en el recreo del colegio a Manuela la agarraban los niñitos y le decían que su papá estaba preso y que ahí se iba a quedar. A mis hijos les llegan diciendo que su papá es un monstruo, pero eso es por la irresponsabilidad, la falta de respeto y la violación a los Derechos Humanos del Gobierno que permite tener programas de televisión que insultan a la gente como Zurda konducta o Con el mazo dando, los cuales ratifican que en Venezuela hay un Gobierno criminal, lleno de odio. Eso no lo quieren los venezolanos.
Tenemos una psicoanalista especialista en niños que desde el primer día que Leopoldo estuvo en cárcel ha trabajado la crianza a nivel psicológico. Ellos (los niños) saben toda la verdad, lo hemos manejado con mucho amor, mucho cariño.
-Cuando Leopoldo estaba libre no eras alguien mediática, ¿cómo ha sido ese cambio que has tenido que afrontar?
-Me tocó alzar la voz porque se metieron con mi familia, la separaron, lo más sagrado que yo tenía, mi casa, mi núcleo familiar, el papá de mis hijos, lo secuestraron y lo maltratan. Ante eso yo siempre voy a dar la cara (…) Me tocó como le ha tocado a Venezuela resistir frente a esta dictadura. La vida me puso en esta situación. Leopoldo y 98 presos políticos están presos y yo no voy a descansar hasta liberarlos, el alcalde Antonio Ledezma, Daniel Ceballos, los estudiantes, pienso todo los días en ellos, me toca defenderlos.
Yo no soy política, Leopoldo sí, yo soy esposa de un preso político y lo que yo hago es sumar voluntades, hablar con la gente, recorrer Venezuela como lo estuviese haciendo Leopoldo en este momento, fue lo que él me pidió.
