La Escuela de Baloncesto Dorante parece no tener dolientes. En la pequeña plaza que lleva el nombre del militar quiboreño, quien fue corneta de órdenes del Libertador Simón Bolívar, se ubica la cancha que alberga a 102 jóvenes con talento para el deporte, pero que lamentablemente cuentan con poco apoyo.
Desde hace 38 años el pequeño espacio abrió sus puertas a la juventud de la comunidad y de zonas aledañas; desde entonces se han dedicado a formar a profesionales del baloncesto que han tenido la oportunidad de representar al estado.
A pesar de los logros que se han tenido por el compromiso de las personas que sienten aprecio por la cancha y por el deporte como una gran herramienta de formación ciudadana, esto parece no ser tomado en cuenta por los distintos gobernantes de turno, quienes visitan el lugar únicamente en campaña haciendo promesas que luego no cumplen, expresó Eligio Liscano, coordinador de la escuela.
“Esto lo agarraron de basurero”, dijo señalando el montón de bolsas de basura que se encontraban en la esquina. Igualmente se podría apreciar que el sentido de pertenencia es poco debido a la cantidad de desechos que se visualizaron en la plaza.
Tanto las luminarias del lugar así como los focos que alumbran a la cancha han sido robados, siendo el último hurto hace apenas diez días, lo que dejó totalmente a oscuras la escuela de baloncesto, viéndose en la obligación de adelantar la hora de salida de los entrenamientos a las 6:00 de la tarde, cuando anteriormente era hasta las 7:30 de la noche.
Por todos los lados que se le mire se nota la falta de disposición por prestar ayuda a la cancha que le da vida a la comunidad de la parroquia Concepción.
La autogestión es lo que mantiene la escuela de baloncesto. “Los representantes dan hasta donde pueden”, aseguró Liscano a la vez que informó que en los próximos días estarán realizando una especie de vendimia.
Incluso los balones, uniformes y mallas de las canastas deben costeadas por los padres de los jóvenes; cosa que cada vez incrementa su costo considerablemente.
Aún se mantienen con la esperanza de la ampliación de la cancha y la creación de un pequeño puesto de seguridad, cuyo espacio está apartado desde hace tres años; tanto el coordinador como los jóvenes realizaron el llamado a los organismos gubernamentales de la región a contribuir un poco para impulsar el deporte y el desarrollo cotidiano del mismo, con instalaciones dignas de los jóvenes que practican allí y luego representan al estado por todo el país.