Minutos de tensión e incertidumbre se vivieron tanto dentro como en las adyacencias de la comisaría de la Policía Nacional Bolivariana de Pata e’ Palo la mañana de este viernes cuando, de manera sorpresiva, un considerable movimiento militar tomó momentáneamente las instalaciones del cuartel policial.
No menos de 30 funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana se apersonaron en el sitio, a eso de las 6:00 a.m., presuntamente para prestar su colaboración con la seguridad perimétrica y la requisa realizada por orden emanada de la Inspectoría General de la PNB desde Caracas.
En los techos de la comisaría y a las afueras del sitio se observaba el desplazamiento castrense durante el procedimiento que tenía como fin detectar cualquier irregularidad y que, supuestamente, fue liderado por el inspector general del cuerpo policial, Jesús Figueroa.
Los reos no eran el objetivo de fiscalización, se supo de buena fuente, vinculada a la investigación que presume que desde el centro de reclusión se producen llamadas de extorsión a todo el país por lo que se decomisaron una serie de celulares que serán sometidos a estudio, aunque estos no pertenecerían a los reclusos.
Posiblemente en la actuación también haya participado el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y durante toda la mañana, familiares de los detenidos no pudieron ingresar alimentos a los procesados.
A su vez, se sospecha que la razón de esta maniobra también guarde relación con lo suscitado en la Comunidad Penitenciaria Fénix, en donde custodios, hoy detenidos, intentaron pasar armas y dinero a la cárcel.