Hace cuatro años Venezuela vivió una de las peores tragedias en su historia, luego de que a la medianoche del sábado 25 de agosto de 2012, uno de los principales complejos refinadores de petróleo a nivel mundial, la refinería de Amuay, explotara producto de una fuga de gas inflamable, dejando un saldo de 55 personas fallecidas y 156 heridos, así como también más de 1.500 viviendas afectadas.
A las 12:35 de la medianoche, los trabajadores del Complejo de Refinación de Paraguaná (A la que forma parte Amuay), recibieron la primera alerta de una expulsión de gas propano en el bloque de almacenamiento 23.
Los bomberos llegaron al establecimiento de manera inmediatamente y cerrando las principales vías hacia la localidad e iniciando el plan de evacuación del establecimiento.
Pero a la 1:07 am, se produjo una inmensa explosión producto de los gases acumulados, lo que provocó que una ola expansiva dañara todos los obstáculos e inmuebles que se encontraban en las adyacencias de la empresa. El destacamento 44 de la Guardia Nacional también sufrió grandes daños en su infraestructura.
Inmediatamente los vecinos se alertaron y comenzaron a evacuar con todas sus pertenencias, pero para algunos ya era muy tarde, para otros fue una segunda oportunidad de vivir, saliendo del lugar envueltos por el pánico y el terror de no saber lo que sucedió.
Durante la mañana del 25 de agosto las autoridades aseguraron tener el incendio bajo control, sin embargo, ante el siniestro se vieron afectados varios tanques de gas los cuales explotaron posteriormente, entre ellos el 200, 203 y 204, siendo de tal magnitud que el fuego se apaciguó al cuarto día, el 28 de agosto.
Los daños materiales fueron incalculables y hasta los momentos no se han hallado culpables del siniestro y se maneja la hipótesis de que fue un fallo.
Para entonces, el fallecido presidente Chávez decretó tres días de duelo nacional.
En la actualidad, la refinería está produciendo 340 mil barriles de gas, casi la mitad de su capacidad de producción, y que a juicio del secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasífero del estado Falcón, Iván Freites, se trata de un “cierre técnico porque no está cumpliendo las funciones de la refinería”.
“De ser emblema en el mundo, quedaron para recibir productos importados como gasolina, gasoil, componentes. Es bastante lamentable que no se hayan hecho los correctivos”, dijo durante una entrevista en el Diario La Verdad.