Los propietarios o conductores de unas diez líneas del transporte colectivo urbano que operan en el oeste de Barquisimeto se encuentran desesperados por la ofensiva que contra ellos y sus pasajeros vienen desarrollando los delincuentes, aparentemente con la indiferencia de quienes dirigen los organismos responsables de brindarles la necesaria seguridad.
Para protestar por la falta de acciones contra las pandillas, este miércoles, con sus unidades, se concentraron en el sector La Chicharronera, cerrando la intercomunal Florencio Jiménez en ambos sentidos durante varias horas.
Son unas tres mil unidades de cooperativas como Los Pájaros del Bolívar, Los Bolivarianos, Lara uno, San Remo, Bolivarianos del Transporte, San Miguel Arcángel y la de El Tostao-El Molino, entre otras, las afectadas.
César Briceño, presidente de Los Bolivarianos, dijo que, prácticamente a diario son víctimas de los hampones que inician sus actividades antes del amanecer, lo que ha llevado a muchos transportistas a salir más tarde a prestar sus servicios.
Indicó que no solo les atracan a ellos y a los pasajeros sino que también les roban las unidades y para recuperarlas deben pagar millonarios rescates.
Alfredo Lucena, de Los Pájaros del Oeste, se quejó de que no se siente ninguna protección por parte de la Policía de Lara, la Nacional Bolivarianas o la GN y muchas veces ellos mismos deben investigar y recuperar los carros robados. También se quejaron de los policías destacados en los puestos del distribuidor San Francisco y el CDI del barrio Bolívar.
Varios de ellos coincidieron en señalar que a veces detienen a los delincuentes, pero en pocos días u horas los ven nuevamente cometiendo sus fechorías.
“No sabemos si es que los mismos policías los liberan a cambio de dinero o si no elaboran bien los expedientes y las fiscalías los dejan libres por falta de elementos”, manifestó uno de los transportistas.
Pidieron el cambio de todos los uniformados destacados en ambos puestos con la esperanza de que los nuevos lleguen dispuestos a reprimir a los maleantes que suben a los vehículos, armados, confiados en que no los detectarán pues no hacen revisiones. Insistieron en que, hasta ahora, no tienen ninguna protección para cubrir sus rutas que abarcan prácticamente toda la parroquia Juan de Villegas, la más populosa del municipio Iribarren y por lo tanto la que cuenta con mayor cantidad de rutas de transporte, con busetas, autobuses, camionetas rancheras y carritos de cinco puestos.
La de este miércoles no ha sido la primera protesta pública que llevan a cabo por la misma causa, pues en otras oportunidades lo han hecho por robos de unidades y hasta lesiones y homicidios en perjuicio de conductores o pasajeros.
Una vez más, ayer recibieron promesas de que “se tomarán medidas”, aunque uno de los conductores dijo que eso ya lo han escuchado antes y todo sigue igual, con la misma inseguridad afectándoles.