Para recordar: “Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos” (Isaías 59: 7)
Estamos muy de acuerdo con el titular: “Saldo positivo”, escrito en el diario EL IMPULSO, sobre los Juegos Olímpicos, Rio 2016 (22/08/16). Allí resaltan varios aspectos: 1) Venezuela ocupó el puesto 65 (de 86 países que se dieron cita y nos representaron 86 atletas). 2) Venezuela recibió 9 diplomas porque nuestros atletas llegaron entre los 8 primeros puestos.
Se entregaron 306 medallas de Oro; 304 de plata y 348 de bronce. Por su parte, Yulimar Rojas, ganó plata en salto triple; Yoel Finol, bronce en boxeo, y el bronce de Stefany Hernández”, en BMX. Desde esta ventana abierta, estos atletas se merecen medalla de oro. No cuestionamos a los que no ganaron, pero aparentemente la situación del país también les pegó a nuestros apreciados deportistas.
Por otro lado, el periodista y conductor del programa “Dinero”, en CNN en español, Xavier Serbia, en una de sus secciones entrega figurativamente dos medallas: Una de oro y otra de cartón;de acuerdo al rendimiento económico del país o empresa aludida. Y sin el permiso de Xavier, hoy le vamos a entregar la medalla de cartón a Venezuela, por la deprimente situación que enfrentamos.
La medalla de cartón no existe en ninguna competencia. Pero todo atleta trata de alcanzar por lo menos la medalla de bronce. ¿Y nuestro país? Con todos los planes, medidas económicas, los motores, y hasta la fuerza, se ha dejado ganar la pelea, por la supuesta guerra en muchos sentidos y el mal no se termina.
Por ello, como Xavier, nos vimos obligados a darle la medalla de cartón a Venezuela en: Inseguridad, administración, salud, diálogo, educación, medidas alimentarias, economía. Y acá no estamos hablando de juegos olímpicos; son 18 años de la vida de un país en negativo.
En diferentes épocas, el pueblo de Israel, frecuentemente, se llevaba la medalla de cartón. Porque sus pies corrían hacia el mal y los pensamientos a la iniquidad.
La historia humana se repite. El pueblo de Israel, según, el capítulo 59, de Isaías, se negaba a salvar a otros y ayudar a sus prójimos; había división la entre las personas y ellos con Dios, hechos que impedía que el Eterno los pudiera asistir.
Venezuela no escapa a problemas semejantes que vivió el pueblo de Israel. Aquel pueblo era ayudado visiblemente por Dios, pero cuando los dirigentes o el mismo pueblo se alejaban de Él, Dios no podía evitar que les sobrevinieran algunos males.
Dice Isaías: “No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad… conciben maldades, y dan a luz iniquidad”. No se puede hablar de paz haciendo la guerra. No se puede hablar de paz, si no hay justicia, ni derecho.
En Isaías 59 se señala: “La verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho…”.
Pero, “temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol, su gloria… Y vendrá el Redentor a Sion… dice Jehová”.
En ese mismo capítulo,señala que cuando el país estaba a punto de perecer, Dios les ayudó. Y así como se anunciaba la venida del Redentor, hoy esperamos a Jesús y “todos temerán a Jehová”,quien es la única esperanza de salvación que tenemos. Amén.
