Negociadores del proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC informaron el miércoles que se ultiman los detalles para anunciar oficialmente el cierre exitoso de las conversaciones.
Las delegaciones negociadoras «no hemos dormido, pero ha valido la pena», aseguró a la emisora Caracol Radio el senador oficialista Roy Barreras desde La Habana, sede de las negociaciones.
La noche del martes funcionarios del gobierno aseguraron que las partes estaban a las puertas del cierre de la negociación que se inició en 2012 en la capital cubana «y por lo tanto de tener el acuerdo final y definitivo».
La víspera en las redes sociales circularon fotografías de las delegaciones negociadoras en un lugar de La Habana poniendo a punto el acuerdo final. La imagen fue publicada por el equipo de paz del gobierno, que la acompañó con la frase «se acerca el día… Vamos camino a la paz».
En tanto, el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño o «Timochenko», escribió en su cuenta de Twitter que el martes por la noche los negociadores «acaban de terminar una nueva jornada. Se sigue trabajando intensamente en función del acuerdo final».
Medios locales dieron como un hecho que el presidente Juan Manuel Santos se dirigirá en la jornada al país para anunciar el cierre exitoso de las conversaciones.
Se espera que apenas haga el anuncio el jefe de Estado informe oficialmente al Congreso para que se convoque a un plebiscito en el que los colombianos dirán si apoyan o no los acuerdos alcanzados en la isla.
Desde fines de 2012 la administración de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desarrollan en Cuba el proceso de paz para tratar de poner fin a más de medio siglo de conflicto armado interno.
Hasta ahora las delegaciones han llegado a acuerdos en temas clave como una reforma agraria, la participación de los rebeldes en política, la lucha conjunta contra el narcotráfico, el resarcimiento de las víctimas, el blindaje jurídico y político a los puntos que se acuerden en la mesa de negociación, la forma en que los actores del conflicto armado pagarán por sus crímenes, el cese bilateral y definitivo del fuego y el abandono de las armas por parte de los rebeldes.