Una gran desilusión generó en los pensionados de la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera (AJIP), el monto tan bajo que percibieron al cobrar dicho beneficio, tomando en cuenta que el pasado año, el fondo de pensiones tuvo ingresos suficientemente altos como para nada más otorgarle a sus beneficiarios un aumento de 9 mil bolívares.
“Se había estimado que la pensión podía llegar a ser de 60 mil bolívares y que por intereses cobraríamos 200 mil, pero no fue así”, indicó José Febres, secretario de actas de la seccional en Lara de AJIP.
Explicó que con el poco dinero que se pagó se llegó a penas a 26 mil bolívares, mientras que por intereses solo cobraron 153 mil bolívares. “Pensábamos que la segunda parte para completar los 200 la iban a depositar cuando nos hicieran el pago de la pensión, pero no fue así”.
Lamentable para los 28 mil jubilados a nivel nacional, fue ver la baja cifra en sus cuentas, pues según las conversaciones que se habían llevado a cabo iba a ser posible percibir una remuneración acorde a lo que había logrado obtener en el fondo.
“La Junta Directiva se dedicó a averiguar qué era lo que había pasado y dieron con que fueron cambiados los estatutos para indicar que los haberes son de Pdvsa y sus filiales y no de los jubilados, quienes por ley somos sus legítimos propietarios”, señaló Febres.
Con esto además se eliminó la posibilidad de efectuar adelantos a los pensionados en caso de que el fondo llegue a registrar alto rendimiento, dándole así las posibilidades a la empresa petrolera de decidir cómo serán distribuidos los intereses que se generen de dicho bien.
Un “bastonazo”, fue implementado en todas las sedes nacionales de Pdvsa en donde los trabajadores jubilados mostraron su descontento ante la situación que consideran ilegítima debido a que se realizó de manera inconsulta. Hasta los momentos los directivos de la empresa no se han pronunciado para dar respuesta.