El larense, Omar Catarí, es uno de los pocos venezolanos que se puede jactar de haber estado encima de un podio olímpico (Los Ángeles 1984). Su carrera en el boxeo es una de las más exitosas y a pesar de todos esos atributos y logros, fue retirado, sin razón aparente, de los beneficios económicos que le entrega el Ministerio de Deportes a las Glorias Deportivas del país.
El medallista olímpico, junto con el secretario general de la Federación Venezolana de Boxeo, Antonio Rivero, afirmó que esta situación debe arreglarse lo más pronto posible, toda vez que la situación económica del país es desfavorable, para perder beneficios bien ganados por su notable palmarés de atleta y entrenador.
“Según me informaron en uno de los organismos del ministerio, el reajuste de dos mil a 11.000 bolívares en el bono mensual por ser medallista olímpico era suficiente, por esa razón estoy fuera de los beneficios de las Glorias Deportivas. Esa situación no puede ser, me están excluyendo por no ser parte de sus ideales y ponen excusas sin sentido. Uno como figura del deporte debería tener más apoyo en su retiro”, destacó Catarí, en visita a EL IMPULSO.
El podio olímpico indicó que el presidente de la República había prometido una beca mensual de 20 mil bolívares a los medallistas olímpicos criollos y desde el Ministerio de Deportes solo están dirigiéndole 11. Agradece a la gobernación que le ayudara con una beca por su carrera deportiva.
Catarí además del bronce en los Ángeles 1988, también participó en Seúl 1988, cita en la que finalizó de noveno lugar. Sumada a las múltiples preseas en eventos nacionales y continentales.
Ha entrenado a los equipos femeninos nacionales y a las selecciones menores. Por su carrera, el gimnasio principal de boxeo en Barquisimeto, lleva su nombre.
Sin la medalla
El crepuscular afirma que a pesar de haber ganado la medalla olímpica, no la tiene en su poder, ya que el Comité Olímpico Venezolano, se la quitó hace más de 10 años para hacer una supuesta réplica y solo la exhiben en uno de los lugares de la sede del ente. Cuando el boxeador pide su presea, siempre le ponen excusas.
“Lo más lógico es que yo tenga mi medalla en la casa, para mostrársela a los nietos, niños del sector y a los boxeadores emergentes del estado, pero está en estos momentos como un trofeo del COV. Yo se la presté de buena fe, pero ya es hora que vuelva a su dueño”, indicó Catarí.
La gloria deportiva aseguró que es entrenador de la selección nacional juvenil, que participará en un evento internacional para finales de año, pero sin razón aparente no lo han convocado para realizar su trabajo.
En cuanto a la actualidad del boxeo nacional amateur, Catarí dijo que la Serie Mundial ha ayudado mucho al fogueo de las categorías élites, pero todavía falta mayor apoyo al semillero y a los clubes estadales.