Royal Star Circus es una empresa circense internacional que data de más de 180 años. Actualmente esa sexta generación de artistas le dio vida a Magic Circus, desde hace ocho años en Caracas.
El circo está por finalizar su visita a la ciudad de Barquisimeto y en tal ocasión nos dispusimos a obtener de primera mano toda la información acerca de la vida de estos artistas.
Según los especialistas en psicología el circo es uno de los mejores lugares que existen para desestresarse. Desde que la persona entra hasta que sale se olvida completamente del mundo y su mente vive una alegría contemporánea en las dos horas de atracción.
A las 6:00 de la tarde los artistas del circo comienzan su rutina diaria de maquillaje y vestuario, preparándose para su tan esperada función de las 7:30 de la noche.
Antes, las familias solo ven una cola para comprar las entradas en la taquilla, y una carpa de colores amarillos y azules donde está un escenario que les permitirá un gran momento de diversión junto a sus hijos; desconocen que detrás de todo esto existen grupos enteros de familias cuyo hogar es su lugar de trabajo.
A un lado de ese gran toldo con luces, están aparcados los trailers, que son las casas rodantes de aquellos artistas. Ellos consideran que es una comunidad, y que ese pequeño espacio es el hogar que los acompaña en donde tengan que trabajar.
De ciudad en ciudad viajan los circenses y al lugar donde se trasladen colocan su carpa y alrededor, su respectiva vivienda. A pesar de tener un estilo de vida que no es convencional, fuera de sus horas de ensayos y presentación, tienen una vida normal: pueden compartir con sus familiares, parejas, amigos, salir a pasear o simplemente quedarse un rato acostado viendo un programa de televisión.
Es un trabajo que más que ser considerado una profesión, es un estilo de vida. El circo nunca tiene descanso. Cuando el resto de las familias salen de vacaciones, tienen que trabajar para recibir a todo ese público. “Los únicos días en que no trabajamos son los 24 y 31 de diciembre”, expresó el gerente de Magic Circus, David Pérez
A las 6:30 p.m. aún queda en el ambiente la sazón del almuerzo de los artistas, pero en la medida en que cae la tarde se confunde con el aroma de las palomitas y el algodón de azúcar que preparan para la venta.
En su gran mayoría, el arte circense va pasando de generación en generación. Ronny Domínguez tiene 17 años de edad, forma parte de la sexta generación en su familia. Desde los seis años comenzó a practicar la acrobacia, posteriormente se preparó para ser animador y desde hace tres años participa en el acto de las cinco motos suicidas en el Globo de la Muerte.
“Si esto fuese un trabajo no lo haríamos bien. Nosotros lo vemos de una forma positiva.
Cada día se aprende algo diferente y nos reímos y divertimos mientras hacemos lo que amamos. Cuando era un niño yo veía al circo como el mejor sitio donde podría estar y el cual me pertenecería”. Ronny Domínguez vive en su tráiler junto a su novia, que es contorsionista, y su bebé de cuatro años, que les acompaña por ser época vacacional. Considera que en la vida del circo se pasa por muchas etapas de la vida y cada una les deja una enseñanza y los convierte en artistas multifacéticos, capaces de realizar todo tipo de hazañas.
“Esto es la escuela de la vida. Los niños comúnmente van al colegio, hacen primero la teoría y después llegan a la práctica. Acá iniciamos directamente con el trabajo práctico”, comentó el artista.
A pesar de que los niños se crían dentro de las carpas, estudian guiados por sus padres o maestros privados, y el centro de la pista se convierte en su casa de estudio.
“Para armar una carpa tienes que saber matemáticas, para hacer un contrato tienes que saber leer y un artista tiene que estar preparado tanto mental como físicamente. A mí me mandaron a la escuela, pero yo decidí que mi vida era el circo, y el que quiera estudiar así no esté en un colegio lo hace”.
Dentro de aquella pequeña comunidad viven las hermanas Génesis, de 10 años, y Anabel, de 5, junto a su madre Endrina García. Las pequeñas son consideradas las princesas del circo. Tiene un espectáculo en el que demuestran sus habilidades en el contorsionismo.
Las hermanas en época de vacaciones se dirigen a compartir junto a su madre en el circo y cuando comienzan de nuevo el período de clases regresan a San Cristóbal, a estudiar. En el caso de Endrina García comenzó en el mundo del circo desde hace 15 años. En el show realiza un número de altura que se llama ballet aéreo: suspendida en el aire hace pasadas, figuras y giros.
“Yo me enamoré de este mundo y me mudé a los 16 años para formar parte de él. Aprendí y conocí a mi pareja en este espacio y tuve a mis hermosas hijas. Muchas personas creen que la gente del circo vive mal, pero cuando nos conocen se dan cuenta de que tenemos una vida común y corriente, como cualquier otra persona; lo que nos diferencia es la virtud que nos entrega el circo de conocer, viajar, y cada día aprender rutinas diferentes, a personas distintas, llevando en esa manera una vida muy dinámica. En el día me dedico a atender a mis hijas y mi casa, ya en la noche me convierto en una artista. Lo más hermoso de estos es poder trabajarle al público junto a mis hijas”, comentó García.
Al menos los artistas dedican tres horas diarias de entrenamiento físico o rutina de presentación.
David Pérez considera que ser payaso es el trabajo más difícil dentro del mundo circense, que trae consigo un riesgo interno para la persona, ya que su propósito y fin es hacer reír y divertir a la gente sin importar los problemas o dificultades que afronten.
Para muchas personas es una incertidumbre el paradero de los adultos cuando ya no tienen la edad para seguir actuando en escena. Cuando sucede, simplemente colaboran con el circo desde una tarea más sencilla. En el caso de los abuelos de la familia Domínguez se dedican al mantenimiento de la carpa y su estructura y a la confección de los trajes que utiliza la generación de relevo, permitiéndoles tener una vida con un ritmo estable, sin dejar de lado la vida del circo y sus ingresos.
En lo que concierne a la crisis económica que vive el país los circenses también se han visto afectados. Alguna parte de los artistas ha emigrado. Por otro lado al no ser considerado un producto de primera necesidad para el ciudadano, la cifra de visitantes ha bajado en número.
“Nosotros también tenemos que levantarnos temprano para realizar nuestras colas y buscar nuestros alimentos. El país está en un momento difícil, para todos los compañeros es un tema delicado”, indicó Ronny Domínguez.
Magic Circus para el próximo viernes 26 de agosto se muda por tres semanas al Estadio Antonio Herrera Gutiérrez.
Contarán con una función a las 7:30 p.m. de lunes a viernes y los sábados y domingos a las 5.30 p.m. y 7.30 p.m. Todo aquel niño que cuente con el bono vacacional repartido en los distintos centros estudiantiles, podrá utilizarlo en el Magic Circus, el viernes 27 de agosto.
El mejor ilusionista de Venezuela
John Herr cuenta con un espacio donde realiza su acto de ilusionismo dentro del circo, es reconocido como el mejor ilusionista de Venezuela.
El público se paraliza cuando John Herr hace levitar objetivos en el aire y se corta la respiración de varios al ver a una persona suspendida completamente en el escenario.
Desde que tenía cinco años de edad se inició en el mundo de la magia. “Desde el momento que comencé a practicar fui feliz y lo seguiré siendo mientras exista magia en mi vida”.
Para el artista no ha existido un día en toda la historia de su vida en donde no haya hecho magia. En su opinión la magia es su pasión, algo que lleva en la sangre y sin lo cual no puede vivir.
“La magia tiene la particularidad de hacer feliz tanto al que lo ve como el que lo ejecuta. En mi show siempre trato de llevar un mensaje de disfrute para las personas de todas las edades”.
Asevera que la energía en la mente es el poder que transforma la fuerza de los deseos en realidad: “No importa lo que tu desees si tienes fe y no dudas en absoluto, todo lo que quieras se logra. Hasta Dios nos proporciona esa magia en toda su creación y nos demuestra que su mundo es mágico”.