La libertad tiene un sinfín de aplicaciones, de conciencia, de comercio, de expresión, de reunión, de movimiento… De ahí que podamos definirla de diferentes maneras: la facultad de obrar de una manera u otra; estado o condición del que no es esclavo o no está preso; derecho que se disfruta y establece deberes; facilidad o soltura de ejercer un oficio con destreza; facultad de comprar y vender bienes sin limitación alguna; derecho como persona a profesar una religión y creer en un Ser Supremo.
Quizás la mejor forma de expresarla sea recordando la frase de un abate preceptor de la monarquía en Francia: “El más libre de todos los hombres es aquel que sigue siendo libre bajo la esclavitud misma”. Qué representación tan exacta de la Venezuela de hoy, que intenta sobrevivir bajo un estado autoritario manejado por gobernantes sin escrúpulos. Es por ello que por encima de cualquier otra consideración, el pueblo de Venezuela clama por la libertad perdida y secuestrada por esa canalla gobernante.
Qué libertad puede existir cuando el pueblo está obligado a hacer colas para conseguir los alimentos básicos se su dieta; cuando no encuentra los medicamentos recetados para atender una enfermedad; o cuando debe esperar semanas y meses para ser intervenido quirúrgicamente porque los quirófanos en los hospitales públicos no funcionan y en las clínicas privadas están colapsados por el exceso de demanda.
Qué libertad existe cuando los medios de comunicación social, en manos del gobierno o de testaferros, le ocultan la verdad al pueblo, o están sometidos a las presiones de los que otorgan las concesiones o suministran el papel para imprimir.
De qué libertad se habla cuando hay docenas de presos políticos condenados sin prueba, por tribunales y fiscales sumisos; cuando existen cientos de personas sometidas a régimen de presentación sin libertad de movimiento y de expresión.
Esa libertad para conocer la realidad que la canalla gobernante pretende negar y ocultar cuando afirma que en el país no hay escasez de alimentos, que no hay hambre, que hay suficiente medicamentos, que la pobreza extrema ha sido erradicada, que no hay evidencias de represión por los cuerpos de seguridad del estado, que la inseguridad es una invención o que los cientos de miles de venezolanos que han emigrado y continúan haciéndolo son apátridas.
Cuando el pueblo mayoritariamente se expresó en contra del actual estado de cosas el 6 de diciembre ¿qué hizo el poder Ejecutivo? Enfrentó el poder popular de la Asamblea Nacional mediante decisiones ilegales de una sala constitucional espuria.
La búsqueda de la libertad se complementa con la lucha por la verdad oculta. La verdad, la existencia real de lo que padecemos, la verdad, lo que no se puede negar racionalmente. El pueblo continuará en la búsqueda de ambas hasta que derribe a la canalla gobernante.