Conforme transcurren los días, aparentemente ante la indiferencia de los organismos a los que corresponde, sigue creciendo el peligro de colapso en La Ribereña, hacia el oeste, debido a los socavones que se han extendido a raíz del desvío del río Turbio por la empresa encargada de extraer granzón y arena, supuestamente, para la Gran Misión Vivienda Venezuela, así como los últimos aguaceros.
En varias oportunidades, diputados como Filiberto Peña y Daniel Antequera, del CLEL y la AN, respectivamente, han exigido la intervención del MTT para que se constate el agravamiento de la falla en la base de la avenida, a la altura del barrio Santo Domingo y prolongación de la calle 38, sin resultado positivo alguno.
Con cada aguacero que cae sobre la ciudad se desprenden otras toneladas de material del talud al punto de que en un sitio apenas un metro separa el hombrillo del abismo, lo que indica la peligrosidad de la situación.
Se espera que esta semana, nuevamente, los dos parlamentarios señalados, gestionen la necesaria atención al problema, antes de que se fracture la avenida.